United States or Bulgaria ? Vote for the TOP Country of the Week !


Ya ves; un hombre, por ejemplo, que podría haber hecho la felicidad de cualquier muchacha honrada, se ve ahora sin amor, sin familia propia, solo, triste... ¡Ah!, le conozco bien: es un disoluto, un inmoral, un corrompido. No le gustan más que las casadas. Me lo ha dicho a misma... a me lo ha dicho».

Una gran desgracia, hijo; lo que nunca se había visto en el claustro alto. Las locuras del mundo entraron en la catedral, y fueron a hacer nido justamente en la casa más honrada, más antigua y más respetable de las Claverías.

Esta es la explicación, y me alegro de haber salido de ella; las manchas de honrada familia son asunto delicado, pero lo cierto es que la transmisión por herencia, de que tanto se habla, es la chismosa mayor y más temible que existe; para ella no hay discreción ni secreto que valga, y a lo mejor inscribe las notas más escandalosas en la «Guía de los Pares

Y, de aquí adelante, no se muestren tan niños, ni tan deseosos de ver mundo, que la doncella honrada, la pierna quebrada, y en casa; y la mujer y la gallina, por andar se pierden aína; y la que es deseosa de ver, también tiene deseo de ser vista. No digo más.

La historia de su raza es la de las grandes degollaciones de su país; en sus antepasados, tal vez no haya uno durante tres siglos después de la conquista de las Antillas, que no haya sido brutalmente degollado por algún civilizador; sin embargo, no conservan ningún rencor, y su honrada bondad se armoniza con su límpido cielo, sus tierras tan fecundas, y sus arroyos con inmarcesibles y encantadoras riberas.

Dos o tres veces fue D. Evaristo al siguiente día a enterarse de la salud de Fortunata; pero no la pudo ver. Dorotea le dijo que la señorita no quería ver a nadie, y que de tanto pensar que era honrada, le dolía horriblemente la cabeza.

Pero ya que me habéis amenazado, yo, que si estoy obligada á ser vuestra ante los hombres, no lo he estado ni lo estoy ante Dios ni ante vuestra conciencia, os declaro que tengo un esposo del corazón; que digna y honrada he sido de ese esposo, por más que yo no se lo haya confesado; que suya seré únicamente, y no vuestra ni de ningún otro.

Porque él iba sacando un carácter de que aún no se había enterado la gente, un carácter de acero, y todo lo que se decía de su timidez era conversación. «Que seas buena, honrada y leal es lo que importa: lo demás corre de mi cuenta, déjame a , déjame a ». Poco después almorzaba Fortunata, y Maximiliano estudiaba, cambiando de vez en cuando algunas palabras.

Este ganaba cuatro reales, y Pecado tan sólo dos; pero aquella honrada ganancia llevaba semanalmente a su alma como un grano de legítimo orgullo, el cual bien podía con el tiempo, ser base sobre que se construyera la dignidad de que carecía.

Si quieres ser honrada te llevo a vivir conmigo, te cedo la tienda, y no te pongo más obligación que mantenerme y cuidarme los huesos hasta que venga por ellos la muerte. Cuando te vi en malos andares, te negué un ochavo y te saqué lo que pude; si ahora te enderezas, cuanto tengo es para tu rica persona y para este sol cabezudo del mundo... ¿Vas a ser honrada, o no?