United States or Côte d'Ivoire ? Vote for the TOP Country of the Week !


Dulce y modesta era donna Olimpia. Nadie con justicia hubiera podido censurarla de marisabidilla y bachillera; pero en su trato íntimo, y cuando Morsamor la estimulaba a hablar, mostraba su rara discreción y su mucha doctrina con sencillez y sin pedantería ni jactancia.

Delaberge pensaba con una profunda tristeza que ya no le quedaban por pasar sino algunos instantes al lado de Simón, y que cada una de las vueltas que daban las ruedas del carruaje apresuraban el momento de la despedida... Hubiera querido hablarle íntimamente, no dejarle sino después de haberle demostrado con toda discreción sus efusivas ternuras.

Sus cartas estaban llenas de noticias sóbrela actitud de Clementina, sobre sus palabras, sobre la gracia y la bondad de Herminia. Roussel respondía dando instrucciones á su hijo y recomendándole prudencia y, sobre todo, discreción. Jamás se permitía una palabra desagradable respecto de su enemiga; nunca una crítica amarga.

Y digo mal como en todas partes: en las ciudades populosas, en los grandes centros de civilización, hay otras distinciones que se ambicionan tanto o más que el dinero, porque abren camino y dan crédito y consideración en el mundo; pero en los pueblos pequeños, donde ni la gloria literaria o científica, ni tal vez la distinción en los modales, ni la elegancia, ni la discreción y amenidad en el trato, suelen estimarse ni comprenderse, no hay otros grados que marquen la jerarquía social sino el tener más o menos dinero o cosa que lo valga.

Quiso continuar, pero no pudo; cayó sobre su silla como un saco, y Serafina, orgullosa de aquella oratoria inesperada y de la discreción con que su amante se abstuvo de aludirla, le felicita con un apretón de manos y otro de pies más enérgico.

Grandes fueron y muchos los regalos que los desposados hicieron a don Quijote, obligados de las muestras que había dado defendiendo su causa, y al par de la valentía le graduaron la discreción, teniéndole por un Cid en las armas y por un Cicerón en la elocuencia.

Su discreción era tal, que le hacía presentir los sucesos. De seguro que había salido, adivinando una visita próxima que no podía ser más lógica. Andaría por las calles en busca de noticias. Desnoyers calló también, aceptando favorablemente su silencio. Habían salido del jardín, y ella miraba en torno con inquietud, asustada de verse en plena calle al lado de su amante y buscando un refugio.

Y, en diciendo esto, sin querer oír respuesta alguna, volvió las espaldas y se entró por lo más cerrado de un monte que allí cerca estaba, dejando admirados, tanto de su discreción como de su hermosura, a todos los que allí estaban.

Mirábanle todos los que presentes estaban, que eran muchos, y como le veían con media vara de cuello, más que medianamente moreno, los ojos cerrados y las barbas llenas de jabón, fue gran maravilla y mucha discreción poder disimular la risa; las doncellas de la burla tenían los ojos bajos, sin osar mirar a sus señores; a ellos les retozaba la cólera y la risa en el cuerpo, y no sabían a qué acudir: o a castigar el atrevimiento de las muchachas, o darles premio por el gusto que recibían de ver a don Quijote de aquella suerte.

Señorita, le aseguro que sólo la discreción... el respeto... el temor... ¡Oh Dios mío! ¡el respeto... el temor... se chancea usted! Positivamente nosotros valemos menos que usted. Mi madre que pretende, yo no por qué, que debemos tratarle con una consideración muy distinguida, suplicóme, me inmolara en el altar de su orgullo, y como hija obediente me inmolo.