Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 18 de junio de 2025


Por eso rindo tributo de constancia y firmeza a las ideas de mi juventud, algunas hoy tan combatidas, reuniendo estos pobres libros, sin que me arredre el recuerdo de cómo unos fueron censurados, ni espere que retoñe la benevolencia con que otros fueron alabados. Discurro al igual de aquel gran prosista que decía: «No es temor, como no es vanidad».

El año pasado tuve intención de llevarle a la escuela, en Frisco, pero, cuando se habló de traer aquí una maestra, esperé hasta que la vi a usted y entonces creí la cosa arreglada y que podía guardar a mi hijo algún tiempo más... ¡Si supiese, señora, lo que él la quiere!

Que te espere allá en tu tierra... puedes hacernos aquí un gran favor... Ya lo sabes: te quedas... ¡Qué felicidad! El destino de Ferragut era obedecer á esta voz amorosa y dominadora... Y en la mañana siguiente, Tòni le vió llegar al vapor con un aire de mando que no admitía réplica. Mare nostrum debía partir cuanto antes con rumbo á Barcelona. Confiaba el mando á su segundo.

Para nosotros, Germana no es otra cosa: la perfecta imagen de las santas del Paraíso. Cuando San Ignacio y sus gloriosos compañeros se alistaron bajo el estandarte de María, dieron a todos los hombres el ejemplo caballeresco del amor puro. »Cuando esté curada, ¡ah! entonces ya veremos. Espere usted solamente a que la pobre virgencita pálida haya recobrado los colores de la juventud.

Ya Tieck dijo de este drama que hay en él mucha obscuridad, enredos y disensiones, intereses que se cruzan y antítesis que se desenvuelven con mucho ingenio; pero que se equivoca por completo quien espere encontrar en él una sola chispa del fuego amoroso de la tragedia de Shakespeare.

Amigo, hágame el favor de traer pluma y papel... Espere; deme la medicina, esos polvos amarillos... ¿cuáles?, no ... Pero deje, deje, que me tiene que escribir una carta. Ninguno, ¿ya para qué?... Ándese pronto, que me voy... que me muero. ¡Que se muere! Vamos... no bromee usted. Don Plácido, si no me sirve para esto, llamaré a otra persona.

Era orgullosa, se veía burlada en su cualidad de cancerbera de la reina, y se veía obligada á tragarse su orgullo. Retiráos, doña Juana, y decid al duque que yo estoy en el cuarto de su majestad. Que vuelva mañana á la hora del despacho... ó si no... dejadle que espere... acaso tenga que darme cuenta de algo grave... Retiráos... habéis concluído vuestro servicio; la reina se recoge.

¡Oh! papá exclamó María Teresa, por favor, espere usted a estar solo con Juan para hablar de sus asuntos. Además hay que dejarlo descansar a este pobre joven; le hace falta. Aquí, hay una tregua; son las vacaciones; no se habla de la fábrica. Al oír a su hija, el rostro del señor Aubry se había oscurecido. Vamos, veo que a ti como a tu hermano este tema te fastidia, y lo siento mucho.

Anselmo encendió dos luces de esperma y salió. Oye, si la señora pregunta por , que allá voy... que estoy ocupado... que me espere en su cuarto.... ¿No es eso? ¿No quiere usted que estemos solos? El Magistral aprobó con la cabeza, mientras clavaba los ojos en la puerta por donde salía Anselmo. «Ya estaba allí, ya había que hablar... ¿qué iba a decir?

, por la asignación de Amparo, la interrumpí. Eso es. Abrí mi cartera y la di un billete de quinientos reales. No puedo devolver a usted lo que sobra, me dijo. Lo mismo es, la contesté. ¡Ah! ¡es usted muy generoso! Gracias en su nombre; que usted lo pase bien. Y se iba. Espere usted, la dije: tenemos que hablar.

Palabra del Dia

metropolitanos

Otros Mirando