Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 5 de noviembre de 2025


Originalidad no la había, no; frases, gritos ahogados, actitudes, novedades íntimas del placer, que Emma recibía con tibias protestas y acababa por saborear con delicia epiléptica, y por aprender con la infalibilidad del instinto pecaminoso; todo esto era una copia de la otra pasión, todo revelaba el estilo de la Gorgheggi.

Mirar a la luna medio minuto seguido era romanticismo puro; contemplar en silencio la puesta del sol... ídem; respirar con delicia el ambiente embalsamado del campo a la hora de la brisa... ídem; decir algo de las estrellas... ídem; encontrar expresión amorosa en las miradas, sin necesidad de ponerse al habla... ídem; tener lástima de los niños pobres... ídem; comer poco... ¡oh! esto era el colmo del romanticismo.

Y mientras él se alejaba, en la esquina de la Catedral aparecía, el honrado y pacífico míster Robert, en busca de su tranvía, el de la luz roja; el día ha sido malo, el trabajo rudo y piensa con delicia en el hogar, donde va a encontrar el descanso del cuerpo y del espíritu. Pasa la luz verde, la azul, la anaranjada, pero la roja no se columbra todavía.

No tiene más que un pensamiento. Todo lo demás queda aniquilado... Yo le he engañado a usted, padre. Yo no quiero ni puedo ser esposa de Jesucristo, porque sería infiel a mis juramentos. Tengo dentro del alma, allá en el rincón más oculto y sagrado, un amor al cual seré fiel toda la vida. Este amor es mi delicia y es mi tormento.

No importa; si José Luis llega a quererme, yo le corresponderé. ¡Qué suave y qué raro es el comienzo del primer amor! Siento que pronto me dominará la delicia de adorarlo..." Por favor, Camucha interrumpió Adriana no leamos más, yo por qué te lo digo. Dejemos esto. No, estás loca. ¡Y te has puesto pálida! No tengas miedo, tonta. Después subimos.

No conoce á nadie: está solo en el mundo; los otros oficiales viven en su patria, tienen familia... Antes podía ir en busca de Clorinda; ahora «la Generala» se ha marchado, y sólo le quedo yo, ¡la única!... ¿Y quieres que lo olvide? no le conoces bien: eres su enemigo. Yo recuerdo con delicia su época de inocencia.

Ellas venden, trabajan, manejan el dinero, y el hombrecito está a sus espaldas sin hacer otra cosa que proporcionar a la razón social su autoridad de macho o guardar el puesto cuando la socia se ausenta. ¡Qué delicia! Así te quisiera yo. ¡Todo lo mío para ti!... Mi chulo rico, déjame soñar. Déjame forjarme ilusiones. No me contradigas. No me gustas cuando te pones tan digno, tan caballeresco.

A la mañana, amo y criado yacían, aquél en el lecho, éste en el suelo. El primero tenía todavía abiertos los ojos y los clavaba con delirio y con delicia en una caja amarilla, donde se leía «mañana». ¿Llegará ese mañana fatídico? ¿Qué encerraba la caja? En tanto la Noche Buena era pasada, y el mundo todo, a mis barbas, cuando hablaba de ella, la seguía llamando Noche Buena.

Comparada la calle al salon de donde salimos, podemos decir que estamos en el reino de la verdad. ¡Oh delicia! ¡Qué objeto tan curioso es estudiar á un pueblo en estas minuciosidades que tanto significan, aunque no sea sino porque jamás engañan! Retratar con este pincel, es retratar al natural, y por eso he dado este título á mis pobres apuntes.

Petra callaba inmóvil, esperando servir a su dueño. Gozaba voluptuosa delicia viendo padecer al canónigo, pero quería más, quería continuar su obra, que la mandasen clavar en el alma de su ama, de la orgullosa señorona, todas aquellas agujas que acababa de hundir en las carnes del clérigo loco.

Palabra del Dia

aquietaron

Otros Mirando