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El perro Plutón, situado detrás del doctor, miraba aquello con aire atento, como si comprendiera de lo que se trataba, y de vez en cuando estiraba las patas y arqueaba el lomo, abriendo la boca hasta las orejas. Materne no pudo ver más. ¡Vámonos! dijo. Apenas hubieron entrado en el obscuro pasillo, oyeron exclamar al doctor: «¡Aquí está la bala

Sus días se deslizaban serenos, risueños, libando voluptuosamente la corta cantidad de miel que sólo proporciona este valle de lágrimas a los solterones ricos y sanos. Desgraciadamente la impetuosidad absurda de su última querida había venido a turbar el curso sereno de estos días. Hacía ya algún tiempo que el viejo seductor comprendiera que le convenía cortar estas relaciones enfadosas.

La ineptitud de Bonis para toda clase de negocio serio, industrial, económico, era tal, que oía hablar al tío y al alemán como si fuera griego todo lo que decían. Hablaban en su presencia del mal estado del negocio antiguo sin que comprendiera palabra. El negocio nuevo era otra cosa. Pero en ese no tocaban pito los fondos Valcárcel, como los llamaba el ingeniero, despreciándolos ya completamente.

Le hice ver que mi poca reflexión no debía ser motivo de disgusto, y puse todo mi empeño en que comprendiera que cuanto yo había dicho no era más que la repetición de opiniones leídas en no qué libro, oídas a no qué personas. Nunca pensé que hería a Angelina en lo más vivo; jamás pude imaginar que la pobre niña supiese la historia de su infeliz madre.

Como el pobre D. León Pintado tenía que vivir de aquello, lo oía seriamente, y hacía que tomaba muy en consideración aquellos pecados tan superfirolíticos que no había cristiano que los comprendiera... Y la monja se ponía muy compungida, diciendo que no lo volvería a hacer; y él, que era muy tuno, decía que , que era preciso tener cuidado para otra vez, y que patatín y que patatán... Tal era Sor Facunda, dama ilustre de la más alta aristocracia, que dejó riquezas y posición por meterse en aquella vida, mujer pequeñita, no bien parecida, afable y cariñosa, muy aficionada a hacerse querer de las jóvenes.

«Pero qué le diría, o le podría decir Quintanar al Magistral, que él no comprendiera.... , , mirando las cosas como las mira el mundo, aquello pedía sangre, es más, no ya sólo por satisfacer el deseo de vengarse, hasta para poder vivir entre las gentes con lo que llama el mundo decoro, era necesario, según las leyes sociales, según lo que las costumbres y las ideas corrientes exigían, que don Víctor buscase a Mesía, le desafiase, le matase si posible le era, o si le cogía in fraganti en el delito, o cerca de él, que le sacrificase sin miramientos, con justicia pronta.

El intendente murmuró algunas palabras confusas, como si no comprendiera bien lo que se le preguntaba. ¡Quiera Dios que me hayan engañado! prosiguió Marta . ¡Oh Mathys, hoy he sabido cosas atroces! Durante toda la tarde he reflexionado en la penosa situación con que me amenaza esa inesperada revelación.

Parece imposible que haya mujeres tan insensatas; parece imposible que de tal manera malversen el caudal que deben al cielo. Quieren darse interés menospreciándose; quieren ataviarse y deslumbrarnos, cubriéndose de harapos y de girones. ¡Cuánto más valdrian las mujeres, cuán diferente seria el mundo, si se comprendiera y se practicara la moral de esas cuatro líneas!

Sin embargo, un instinto de picardía que poseía yo lo mismo que él, me impelió a obrar como si no comprendiera la indirecta; murmuré algo en este sentido, y me incliné otra vez sobre mis papeles. A los pocos minutos que sus suelas de madera pataleaban sobre el entarimado. Mirelo: estaba junto a la puerta, de pie. ¿Usted no saber, Chylee? No dije con fingida seriedad.

Si usted comprendiera mi felicidad pasada, cuando bañado por el sol de la alegría y dormido suavemente sobre risueñas ilusiones esperaba que mi alma despertase al rumor de una pasión embriagadora que iluminase mi espíritu y lo encendiese en placeres celestiales; si usted alcanzara ahora toda la fuerza de mi desgracia, quizá no fuese tan cruel conmigo. Yo conocía el amor por las novelas.