Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 9 de junio de 2025
Maltrana quiso hablar de la indigencia en que, había estado hasta entonces, pero la muchacha lo atajó. Que era pobre, ¿y qué? Ya lo sabía ella. Muchas veces se había fijado en la voracidad con que comía en casa de su padre, reveladora de dolorosas escaseces. Pero era bueno, era sabio, y para ella el hombre más guapo del mundo.
Además de la guerra material y sangrienta, ha tomado en nuestros días más auge que nunca otra guerra que trae a la humanidad infinitos bienes, y que la lleva en volandas, no ya por el camino real del progreso, sino por una trocha o atajo.
Usted trabaja demasiado... Esos dichosos libros, que quisiera ver quemados... Aquí D.ª Josefa enjaretó una larga catilinaria, declarándose en principio sectaria devota del califa Omar. El P. Gil la atajó antes de terminar. ¿Qué venía usted a decirme, D.ª Josefa? ¡Ah, se me olvidaba! Su madrina manda recado de que el hermano se está muriendo: que vaya usted en seguida y que lleve los santos óleos.
D. Restituto atajó su discurso teológico y se llevó la mano a los ojos a guisa de pantalla. Son mis vacas dijo sordamente. Y antes que llegasen se puso a gritar al criado que las conducía: ¿Qué tiene la Parda, que cojea? Debió meterse una espina.
Expresó en seguida la vanidad de aquellos sacrificios, el engaño y desengaño de toda acción ambiciosa. Esto lo hiciste agregó por punto de honra. Harta dicha será que no te desluzcan la jornada mediante alguna calumnia. Quien, como tú, Ramiro, ha de emprender el santo camino de la Iglesia, ¿qué pudo buscar por ese atajo que no fuera desvanecimiento y vanagloria?
¿Pregunta su mersé por er Naranjero? interrumpió la solícita esposa . Pues no tiene más que torser a la derecha, saliendo de aquí; toma la callesita primera... El guitarrista la atajó de mal humor, mandándola callar. No se trataba de ir yo en persona a casa del Naranjero, sino de enviarle una tarjeta... Todo aquello me humillaba cada vez más.
Por fin, aprovechando un instante de vacilación, antes que de nuevo tomara vuelo y lanzara otra sarta de denuestos, la atajó diciendo: Agradezco a usted mucho, hija mía, el interés que me manifiesta en esta que usted cree injusticia que se me hace, y que no lo es. Yo no he deseado nunca ese cargo ni he hecho nada por merecerlo.
¡Pero hombre de Dios!... exclamó el clérigo, disponiéndose a dar explicaciones. Consejero le atajó con ademán colérico, poniendo resueltamente las cartas boca abajo sobre la mesa. ¡Hombre del diablo! digo yo... ¿Cómo se le ocurre a usted correr un punto no estando cubierto?... Armose una disputa violenta que duró breves instantes.
Cirilo le atajó suavemente haciéndole observar que del arte sublime son pocos en la tierra los que pueden gozar, que es necesario otro más asequible a los pequeños. Pero Tristán, que no sufría la contradicción, se lanzó aún con más violencia contra el teatro moderno. La discusión iniciada con prudencia fue adquiriendo un temple sobrado caluroso. Elena la cortó resueltamente.
El pobre peón estaba muy malito: ¡á ver si lo sacaba adelante!... Ella le había tomado ley después de tenerlo varios años en su casa. Y al lamentarse, había tal expresión de frío egoísmo en sus ojos, que el doctor la atajó brutalmente: Sobre todo, lo que usted más siente, tía Gertrudis, es perder un real diario si muere. ¡Ay, don Luis, hijo! Semos probes y cada vez hay más casas de peones.
Palabra del Dia
Otros Mirando