Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 1 de octubre de 2025


Raíces consistía en un lugar de veinte a treinta casas, diseminadas en las frondosidades de una península abandonada por el agua, en las marismas; cerca estaban las dunas, cuyos amarillos lomos de arena tenían figura semejante a los vericuetos que rodeaban a Raíces; pero estos, desde siglos y siglos, ostentaban el terciopelo de verde oscuro de sus musgos y su césped, y las flores de los prados, iguales a las que se encontraban tierra adentro, lejos de las brisas del mar.

Allegan al lugar muy destrozados, Hambrientos, amarillos, sin sentido: Mas uno de otro fueron apartados, Que su vivir y trato fué sabido. Entrambos de fueron castigados, Que por suerte el oficio me ha cabido, Mas que castigo haber allí podia, Igual á aquel que ya se padecia.

Tiene dicha laguna de circunferencia cosa de cinco leguas, y de N á S como dos, antes mas que menos: es muy honda, pues inmediatamente que cae el caballo nada; su fondo es arena, tiene por partes barrancas; es agua muy dulce, suave y clara, no tiene pajonal ni broza alguna: mantiene mucho pescado, como bagres amarillos, blancos y otros peces que parecen truchas.

Y el viejo sacerdote, durante unas semanas, podía pescar en paz, sin tener que separar á tirones los racimos femeninos, que salían de la pelea con las greñas revueltas, los ojos amarillos de cólera y la cara chorreando sangre. Un interés común ponía milagrosamente de acuerdo á este mujerío cuando vivía solo.

Tiendecillas angostas, donde se vendían zarazas catalanas y pañuelos; abacerías de sucio escaparate, tras de cuyos vidrios un galán y una dama de pastaflora se miraban tristemente viéndose tan mosqueados y tan añejos, y las cajas tremendas de fósforos se mezclaban con garbanzos, fideos amarillos, aleluyas y naipes; figones que brindaban al apetito sardinas fritas y callos; almacenes en que se feriaban cucharas de palo, cestería, cribas y zuecos: tal era la industria de la cuesta de San Hilario.

Las funciones de la vision y de la audicion están en armonía con este estado, pues se observan alteraciones varias, debilidad de la vista, estremecimiento y centelleo en el campo de la vision; tendencia á llevarse la mano para separar moscas y telas blancas que revolotean; se ve un círculo alrededor de la luz, y los objetos aparecen amarillos; en el oido hay zumbidos, ruidos como de campanas, silbidos, ó de otra voz que no es la suya.

Esta señora, pequeña y regordeta, con grandes ojos negros sin expresión y dientes grandes también, sanos y amarillos, entraba siempre con un cesto donde guardaba la labor. Sacábala con lentitud, trabajaba media hora en silencio escuchando atentamente todo lo que se decía, y al cabo recogía de nuevo los bártulos y se iba a hacer lo mismo a otra parte.

En medio de la sala, sobre un magnífico lecho rodeado de gigantescos candelabros de bronce dorado con blandones, estaba el cadáver, humildemente amortajado con un sayal ceniciento de la orden de San Francisco y la cabeza rodeada de una toca blanca. A los cuatro ángulos del lecho había cuatro lacayos de gran librea, inmóviles como estatuas, y con blandones amarillos en las manos.

Muy señor mío, muy señor mío respondió el anciano, inclinándose. He visto en mi vida pocas cosas tan estrafalarias como el señor de Anguita. Era alto, enjuto, rasurado, dejando solamente unas cortas patillas blancas; los ojos, grandes, apagados, vidriosos; la tez, pálida, y los dientes, largos y amarillos.

La nieve, que se fundía, dejaba asomar de trecho en trecho terrones amarillos y formaba como anchas ondas que eran atravesadas por el cierzo. Presentaba el paisaje un aspecto severo y grandioso. No se veía una persona, y en todo el camino del valle, que serpentea entre los sotos hasta perderse de vista, no se divisaba un carruaje: parecía un desierto.

Palabra del Dia

neguéis

Otros Mirando