United States or South Africa ? Vote for the TOP Country of the Week !


Un hombre muy alto, encaramado sobre unos zancos que le ponían al nivel de los segundos pisos, recogía propinas de los balcones, tocando el clarinete y haciendo piruetas; la multitud reía en torno, contemplando las contorsiones del volatinero, y algunos grotescos mascarones chapaleteaban sobre el fango, dando vueltas vertiginosas al compás del vals canallesco.

Se sabía que era un hombre hábil é inteligente; se había observado que recogía hierbas y flores silvestres, que arrancaba raíces, que cortaba ramas de los árboles del bosque, como persona familiarizada con las ocultas virtudes de lo que no tenía ningún valor á los ojos del vulgo.

Además de grande, estaba muy mal ocupada por nosotras. Entre el dormitorio de mi madre y el mío, había dos salones, un pasadizo y mi cuarto de tocador. Mi madre se recogía antes que nadie, y quedaba al cuidado de una antigua sirvienta, vieja ya, muy fiel, pero muy dormilona.

La señora de Villanera, sentada a su lado, desgranaba maquinalmente un grueso rosario de coral, y el pequeño Gómez recogía naranjas del suelo para atiborrarse los bolsillos. En aquel momento pasaba el conde con un libro en la mano. Germana se incorporó y le invitó a tomar asiento. El obedeció sin hacerse de rogar y guardó el libro en el bolsillo. ¿Qué leía usted? preguntó ella.

La vida ciudadana le había enseñado que un cuerpo humano no puede tomarse todo el espacio por suyo, antes necesita ceñirse a que otros cuerpos transiten por los mismos lugares que él. Chinto dejaba, pues, más hueco, se recogía, no se balanceaba tanto.

Todas estas noticias, que recogía de un lado y de otro disimulando, por supuesto, su proyecto, no eran a propósito para apartarle de él. El misterio impenetrable que envolvía el carácter de aquel hombre le interesaba cada día más, y más le atemorizaba.

El caso había sido que, hallándose el párroco en la cama, un hombre había penetrado en su dormitorio, le había despertado y le intimó para que le entregase el dinero. D. Miguel sin inmutarse echó mano al chaleco, sacó la llave y la arrojó al medio de la habitación. Luego, mientras el ladrón la recogía, sacó una de las pistolas que tenía debajo del colchón y le descerrajó un tiro dejándole tendido.

Ya Salomé se había acercado á la cómoda donde Clara guardaba su escaso ajuar, y recogía todo formando un lío. No tengas cuidado, Paz decía entre tanto; yo estoy registrando su ropa, no sea que se lleve alguna cosa. No se lleva nada. ¡Señoras de mi alma! dijo Clara en el colmo de la desesperación.

Aquel año se acercaba a la tumba menos seguro de mismo, lleno de nuevas ideas que tenía que confiar a aquella cara memoria, ansioso de las inspiraciones que allí recogía.

Pues bien... te diré que esta tarde, mientras recogía un poco de árgoma para encender el fuego, vi en el castañar del tío Goro á Demetria cortando hoja... Luego vi que se acercaba á ella Plutón... ese minero tan malo que ya conocerás... , ; ¡adelante! Pues hablaron algunas palabras y mientras yo me entretuve en atar la carga desaparecieron... No volví á ver ni á uno ni á otro.