United States or Yemen ? Vote for the TOP Country of the Week !


No puedo seguir así; ¿cómo quieres que me resigne a perderte? ¡Qué remedio! Juan, piénsalo; ni yo soy mujer capaz de cometer una infamia, ni transigirías con ciertas cosas... ¡Eso jamás! Entonces... ¡ya lo ves! Adiós, Juan. ¡Bien sabe Dios que la culpa no es mía! No me has querido nunca. ¡Qué sabes lo que es querer! , con toda mi alma... es decir, te quise cuando podía quererte.

No existe nada que se resigne a morir, y el error es quizás lo que con más bravura se defiende de la muerte. Cuando el error se ve amenazado de esa ridiculez a que el lenguaje corriente da el nombre de plancha, hace desesperados esfuerzos, azuzado por el amor propio, para prolongar su existencia.

¿Quieres que me resigne a veros vivir como masones? ¡Cuando empiezan ellas a comprender que lo que estaban haciendo no tenía perdón de Dios! Figúrate que has predicado en desierto, y no intentes más conquistas de almas. Para , antes que todo, está el reposo de la casa. Pues haz cuenta que nada hemos hablado. ¿Insistes en convertir esto en un infierno con tu ridícula propaganda?

Me resigné a dejar los libros y a renunciar a las alegrías de la vida estudiantil, para buscar en Villaverde lo que tal vez no faltaría: un destinejo que me proporcionara cada mes algunos duros. Confiaba yo en la bondad de mis paisanos, en la benevolencia de nuestros amigos, para quienes no era un misterio la situación precaria de mis tías.

La madre, no obstante, no tiene medios de devolver bienes que por su culpa van á pasar ó han pasado á quien no corresponden. Y si no los tiene, ¿qué se le ha de hacer? Ya lo he dicho. Que se resigne. Que se someta á la voluntad de Dios. Todo eso lo debió prever antes de pecar, y no pecar.

Todavía no es tan viejo que pueda asemejarse a un Bartolo, ni yo tan necio que me resigne a desempeñar el papel de Geronte. ¡Vaya! ¡vaya!... Pero no se sonroje usted por eso, porque nada de censurable hay en que él la ame. Si fuese cierto, señor conde, lo que usted dice afirmó con entereza. Antoñita si bien cubrió su semblante una fugitiva palidez, no haría bien en ello, porque yo no le amo.

Cruzáronse entre ellos algunas palabras fuertes, algunas frases agrias; pero al fin pudo el cariño más que ningún otro sentimiento, y Juan dijo: Mira, no añadamos a la pesadumbre que ya tenemos la pena de enfadarnos uno con otro. No hay remedio: si madre lo manda, uno tendrá que sacrificarse. Que ella lo designe, y ese que baje la cabeza, obedezca y se resigne sin chistar. ¿Convienes en ello?

Habríame pasado de buena gana sin todo este aparato, pero en fin, me resigné, y por otra parte no tenía mucha inquietud sobre las consecuencias de la aventura, pues si bien soy un novel intendente, soy un antiguo jinete.

Los desdichados, en sus rebeliones, no se equivocaban al odiar una religión que exige al miserable que se resigne con su suerte y no reclama de los ricos más que una caridad de la que ellos son los únicos jueces, pudiendo graduarla conforme á su egoísmo.

Porque como en Gonzalo no hay grandes prendas que admirar, ni bellezas que apetecer, se comprende sin dificultad que te avengas sin gran esfuerzo a ese convenio; pero que él se resigne a no ser dueño y señor absoluto de una mujer tan hermosa como , siendo esta mujer la suya propia, me parece una abnegación... inverosímil.