United States or French Guiana ? Vote for the TOP Country of the Week !


En ninguna parte del mundo tiene la prostituta la instruccion y la fascinacion teatral que en Paris: en ninguna parte del mundo tiene la fantasía tantas imágenes y tantas formas para embellecer la fealdad: en ninguna parte del globo conocido se hace de la prostitucion una especie de apoteosis ó de reinado.

Pero venga V. acá, alma de Dios, ¿cómo quiere usted que un hombre que está a punto de matar a otro, suelte diez y siete décimas sin respirar! ¡Jesús qué disparate! ¡Amor platónico a una prostituta! ¡Usted se ha caído de un nido, jovenEl que entendía un poco la aguja de marear no se incomodaba, seguía adelante y al terminar depositaba el manuscrito en manos de D. Jerónimo.

Pasa un buen mozo, bien puesto, que se dedica a perseguirnos. ¡Y se acaba por ceder...! Luego, el seductor os deja plantada con dos niños que se parieron en secreto y que se confiaron a una nodriza... Entonces ya no se sabe a qué santo encomendarse... No basta el sueldo... Y hay que hacerse prostituta, aunque no se tengan ganas de ello...

Aquí abajo, las oraciones no dan gran resultado; yo recé en otro tiempo para que mi hijo no se separase de , y murió en un asilo. Yo pedí, cuando aun era joven, muchas cosas a Dios, y mis oraciones no sirvieron de nada. Ya no rezo nunca... No, señores, no soy cristiana, y cuanto el señor abogado ha dicho es una monserga. ¡Soy Grucha la prostituta, y nada más!

Habiendo dado a luz en cualquier parte, bajo un cobertizo, un niño... Abrevie usted, si le es posible, señor defensor dijo el presidente . Sabemos desde el principio que Karaulova es una prostituta. Los señores jurados no son unos niños y comprenden muy bien, sin que haya que explicárselo, cómo se llega a prostituta.

La mujer no es temible sino en cuanto nos hace sentir, y no nos hace sentir sino en cuanto nos ofrece una belleza recatada; la prostituta vulgar en Paris es feísima en este sentido. ¡Cuánto más temible es la de Italia, especialmente la de Roma! Una noche saliamos mi mujer y yo del pasaje de los Panoramas.

La prostituta de aquella casa, adivina el corazon de sus clientes, como conocía Gall los órganos cerebrales del hombre. ¡Cuántos misterios curiosísimos y dolorosos encierra aquel Eden de la corrupcion! ¡En cuántos presupuestos de familias ricas de Paris, tiene un guarismo aquel Eden infame!

En aquel momento se levantó un miembro del Jurado, un viejo delgado, huesudo, con una larga levita negra, y se dirigió al presidente: ¿Quiere usted permitirme una pregunta?... Karaulova, ¿hace mucho tiempo que es usted prostituta? Ocho años. ¿Y qué hacía usted antes? Era criada. Y, naturalmente, quien la puso a usted en el mal camino fue su amo... ¿O su hijo quizá? No, el amo mismo.

¡, también yo soy prostituta! respondió con apresuramiento, casi con orgullo, una muchacha no menos bien trajeada. Estaba muy contenta de verse en la sala del tribunal, donde todo le gustaba. Había ya cambiado algunas miradas con el joven abogado. ¿Y usted? ¿Quiere prestar juramento? , con mucho gusto. ¿Ve usted, Karaulova?

Las cabezas, harto calientes ya por el alcohol, después de aquel fugaz enfriamiento, se pusieron más fogosas. Vino el período de las canciones báquicas, desacordadas; las frases obscenas menudearon entre ellos y ellas. Un barbián salió a bailar el tango con Matilde la Serrana, mientras Concha les batía las palmas y cantaba con voz opaca de prostituta.