United States or Micronesia ? Vote for the TOP Country of the Week !


Hacen pensar en las viudas las palmas caídas. Este o aquel amigo, es verdad, querían saber de vez en cuando qué tal le iba yendo a la pobre señora. ¡Oh! se interesaban mucho por su suerte. Ya ella sabía: en cuanto le ocurriese algo no tenía más que mandar. Para cualquier cosa, para cualquier cosa estaban a su disposición.

Unas, desabrochándose el corpiño, se hacían aire con el pañuelo de seda doblado; otras, tumbadas boca abajo, sostenían el cuerpo en los codos y la barba en las palmas de las manos; otras, sentadas a la turca, alzaban cuándo la pierna izquierda, cuándo la derecha, para evitar los calambres.

Y lo que teme, sobre todo, es que yo me queje al señor de Pavol, y le pida que me lleve a su casa. La amenazaré con escribirle a mi tío, y no estoy muy lejos continué después de un instante de reflexión, de hacerlo el día menos pensado. ¡Bah! siquiera eso es una cosa inocente dijo sonriendo el buen cura. ¡Veis, veis: vos mismo me aprobáis! exclamé batiendo palmas.

Las señoritas de Ciudad batieron palmas. Inmediatamente se levantó don Serapio, y con lengua bastante gorda propuso en términos concretos que el brillante concurso que le escuchaba se estableciese definitivamente en la Isla, a fin de poblarla, invitando a cada uno de los presentes a buscar lo más pronto posible pareja.

15 Y se levantaron los varones nombrados, y tomaron los cautivos, y vistieron del despojo a los que de ellos estaban desnudos; los vistieron y los calzaron, y les dieron de comer y de beber, y los ungieron, y condujeron en asnos a todos los flacos, y los llevaron hasta Jericó, la ciudad de las palmas, cerca de sus hermanos; y ellos se volvieron a Samaria.

El palmito del coco, es sin género de duda, el más sustancial y delicado de cuantos dan toda la diversidad de palmas. Al toque de oración en Filipinas se le rinde culto. Todo indio á la muerte del día, recoge su espíritu y pronuncia una oración mirando al Oriente.

Hubo un delirio de palmas en la plaza; su figura esbelta y la singular corrección y delicadeza de sus facciones, cautivaron al público; las mujeres le clavaban codiciosamente los gemelos; se paseó triunfante en torno de la plaza recibiendo sonriente el aplauso de los tendidos.

16 He aquí que en las palmas te tengo esculpida; delante de están siempre tus muros. 17 Tus edificadores vendrán aprisa; tus destruidores, y tus asoladores saldrán de ti. 18 Alza tus ojos alrededor, y mira: todos éstos se han ayuntado, han venido a ti. Vivo yo, dice el SE

Sólo sus manos tenían algo de femeninas, en las palmas más que en los contornos, y su labio superior estaba cubierto de negro y ligero bozo, que, sin ser verdadero bigote, daba un aspecto viril á su fisonomíaTal era, físicamente, aquella monja sin par, y tales las curiosas noticias que existen de su estancia en Sevilla, donde tanto llamó la atención de las gentes.

Volviose Lucía con la rapidez de un muñeco de resorte, y batiendo palmas, gritó como una loca: Muchas gracias, muchas gracias, señor de Artegui. ¡Ay!, ¿pero se queda usted de veras? Estoy fuera de de contenta. ¡Qué gusto, Dios mío! Pero... dijo de pronto reflexionando , ¿puede usted quedarse? ¿No le cuesta ningún sacrificio? ¿No le molesta? No respondió Artegui con faz sombría.