United States or Denmark ? Vote for the TOP Country of the Week !


Encargadle que los alguaciles sean bravos por si Quevedo arrastra de espadas. Es decir, que le prendan muerto ó vivo. ¿Quién ha dicho eso? exclamó la condesa con impaciencia y cólera que le prendan vivo y sin tocarle con las espadas: seis hombres bien pueden apoderarse de uno solo, por valiente que sea, sin herirle. ¡Ah! muy bien, señora.

¡Muera! ¡muera Punto! y los cuchillos brillaron. Eso no es todo añadió ; los crímenes y las profanaciones del maldito recaerán sobre vosotros, y el señor obispo ha ordenado que os prendan o que os den muerte como a los lobos de la sierra, por haberos unido a un renegado. ¿El santo pastor cambia sus ovejas por lobos? ¡Qué milagro! añadió el filósofo.

Con media palabra entiendo yo. ¿Por quién soy preso? Por el rey. Eso ya me lo sabía, que á nadie se prende sino á nombre de su majestad; que el nombre de su majestad hace ya mucho tiempo que sirve para embozar cosas malas. Os han preso con justicia. Cierto es que con alguaciles me prendieron. Con razón. Tenéis razón, que razón es que los tales prendan, que si no prendieran, no serían corchetes.

Que el cielo le oiga dijo uno , y yo prometo a San Francisco hacer dormir a mis criados sobre la piedra y no darles más que garbanzos cocidos con agua por espacio de nueve días. Que lo prendan, y yo prometo a la Virgen una hermosa mantilla y un anillo.

No fué vano mi temor. ¡Don Diego!... ¿Qué sangre es ésta? 380 Matóme doña María, La hija de don Bernardo. ¡Alcaide! ¡Gente! ¿Qué aguardo? Yo muero Con razón, aunque á traición. Muy justa venganza ha sido, Por fiarme de mujer. 390 Mas no la dejéis prender. Yo pienso que habrá salido. Pero ¿por qué no queréis Que la prendan?

A poco en nada difieren de mis paisanos; reúnen los cuatro reales, se prendan de alguna villaverdina modesta, hacendosa y pacata, que las hay lindas como una rosa y buenas como el pan de gloria, ¡y... lasciate ogni speranza voi che entrate!

Cuantos la tratan se prendan de ella y se hacen lenguas en su elogio. Al contemplar tanta pompa y hermosura, Miguel de Zuheros sentía viva impaciencia de darse a conocer y de ser presentado en la corte. Pensando en cómo lo conseguiría de la manera para él más favorable, vio pasar la comitiva toda.

Id con Dios, señor duque. Lerma salió, y Dorotea le acompañó hasta la puerta. Cuando oyó el ruido del carruaje del duque, volvió á la sala. En ella estaba ya Quevedo. Confieso que merecéis mucho, hija Dorotea exclamó ; habéis evitado que me prendan, del modo que más me convenía á , y que menos os compromete á vos.

Si te atacan algunos merodeadores, ellos te auxiliarán; pero si es una columna o un pelotón, no harán nada y dejarán que te prendan. ¡Ellos van a dejar que me prendan! exclamó el cazador indignado ; yo quisiera ver semejante cosa. , Materne, y eso será lo más sencillo, porque a un hombre desarmado se le suelta pronto; pero a un hombre que lleva armas se le fusila.

Don Pedro acude al ruido desde su gabinete, y manda que prendan á los dos, como á reos de lesa majestad, por haber desenvainado las espadas en su palacio. Doblégase al fin el orgullo de Don Tello: viendo cerca la muerte, confiesa á Doña Leonor que ha sido injusto con ella, y que está pronto á reparar su injusticia.