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Por primera vez en la Historia una democracia había intervenido en la suerte del mundo, sometido eternamente á los arreglos de los reyes. Las repúblicas modernas habían vivido hasta ahora una vida interior y modesta. Las guerras de la Revolución francesa eran defensivas. La República de la Convención peleaba por existir, porque todos los monarcas deseaban suprimirla.

Otrosí, hallose sobre una mesa que en el aposento había, una minuta o borrador de testamento; que en tanto que Cervantes peleaba con sus dudas y sus tentaciones, no sabiendo por cuál determinarse, si por Margarita su obligación cumpliendo, o por doña Guiomar contentando su amor, un notario que Florela había llevado recatadamente, el testamento de doña Guiomar había escrito, y su borrador, tal vez por descuido, tal vez porque doña Guiomar le examinase, allí había dejado.

En otros muelles se alineaban á miles los pares de ruedas grises, sostén de cañones y furgones; las cajas enormes como viviendas que contenían aeroplanos; las piezas de acero que sirven de andamiaje á la artillería gruesa; cajones de fusiles y cartuchos; enormes paquetes de conservas alimenticias y de materias sanitarias; todo el avituallamiento del ejército que peleaba en el extremo remoto del Mediterráneo.

La edá, doctó contestó el espada con cierta melancolía . Nos hacemos viejos. Cuando yo peleaba con los toros y con el hambre no necesitaba de esto, y tenía pies de hierro en las capeas.

Prosiguió ésta encendida é indecisa bastante tiempo. Por una y otra parte se peleaba con vivo ardor. Los de Lorío, engreídos por sus victorias pasadas y confiados en sus fuerzas, se lanzaban con impetuoso alarde sobre los de Entralgo.

Era el Egipcia mas forzudo que su contrario, Zadig era mas mañoso: este peleaba como un hombre que guiaba el brazo por su inteligencia, y aquel como un loco que ciego con los arrebatos de su saña le movia á la aventura.

Se diría que su fe, encerrada en interior y fuerte alcázar, peleaba contra el humano discurso, que no quería destruirla, pero que hacía cuantos esfuerzos son conducentes para ello, a fin de verla salir vencedora y triunfante de estos esfuerzos mismos.

En cuanto supo que América peleaba para hacerse libre, vino a América: ¿qué le importaba perder su carrera, si iba a cumplir con su deber?: llegó a Buenos Aires: no dijo discursos: levantó un escuadrón de caballería: en San Lorenzo fue su primera batalla: sable en mano se fue San Martín detrás de los españoles, que venían muy seguros, tocando el tambor, y se quedaron sin tambor, sin cañones y sin bandera.

Parecido á una llama impetuosa penetra entre las filas de los contrarios sembrando en ellas el pavor. Tan pronto está en un sitio como en otro: aquí tumba á un mozo, más allá desarma á otro, en otra parte persigue á un fugitivo. Imposible averiguar á qué campo pertenecía, si peleaba del lado de Lorío ó de Entralgo.

Eran muchas las disensiones que habia en España con varios partidos que empezaron á formarse unos á favor de Doña Juana, otros al de su hijo D. Cárlos, otros al de su padre, y algunos otros que deseaban viniese á gobernar el emperador Maximiliano I, su suegro, asi es que ya en 1520 peleaba la España por su libertad agonizante.