United States or Hungary ? Vote for the TOP Country of the Week !


Desde el principio del mundo Hallada, usada y compuesta Por los griegos y latinos Y otras naciones diversas: Ampliada de romanos, Que labraron para ella Teatros y coliseos, Y el anfiteatro, que era Donde se encerraban siempre Á oir comedias de estas Ochocientas mil personas, Y otras que no tienen cuenta: Entonces escribió Plauto Aquella de su Alcumena; Terencio escribió su Andria, Y después con su grandeza Los sabios italianos Escribieron muchas buenas; Los ingleses ingeniosos, Gente alemana y flamenca, Hasta los de aqueste tiempo, Que, ilustrando y componiéndola La han ido perfeccionando Así en burlas como en veras.

El monarca que al estampar la huella en el solio causa una especie de frenesí de júbilo en su corte; que al año siguiente de su entrada en Córdoba en medio de entusiastas aclamaciones pudo decir con orgullo á sus enemigos «la gracia del sultan hace llover beneficios sobre las casas de los buenos vasallos, pero su cólera es capaz de coronar ochocientas almenas de sus murallas con ochocientas cabezas de rebeldes ; finalmente, ese rey tan halagado de la suerte en las batallas, que difundiendo el terror del nombre agareno por los estados de D. Ordoño lleva sus armas victoriosas hasta las orillas del Garona , no es mucho que embriagado por el incienso de las lisonjas, sea ciego como su padre á los patentes avisos del cielo.

Pero ya habemos de haber salido, y caminado, por lo menos, setecientas o ochocientas leguas; y si yo tuviera aquí un astrolabio con que tomar la altura del polo, yo te dijera las que hemos caminado; aunque, o yo poco, o ya hemos pasado, o pasaremos presto, por la línea equinocial, que divide y corta los dos contrapuestos polos en igual distancia.

La competencia sostenida entre ochocientas fábricas pequeñas y muchos empresarios que contratan con ellas, evita los vicios que resultarían de la aglomeracion de produccion en pocas fábricas de grandes proporciones; conjura los efectos generales de las quiebras y crísis; da por base al trabajo la libertad, y establece de un modo regular el valor del producto.

Compuesta de indios que hablaban los dialectos de la lengua moxa, contaba en 1691 tres mil ochocientas veintidos almas.

29 En el año dieciocho hizo Nabucodonosor, transportar de Jerusalén ochocientas treinta y dos personas. 32 y habló con él amigablemente, e hizo poner su silla sobre las sillas de los reyes que estaban con él en Babilonia. 33 Y le hizo mudar las ropas de su cárcel, y comía pan delante de él siempre todos los días de su vida.

Pero daba por bien empleados sus sacrificios pensando en el volumen de ochocientas páginas que iba á escribir, para Berlín, sobre el caburé y sus costumbres, libro que le valdría el premio de varias Academias. A los dos amigos se les ocurrió lo mismo: robar la prodigiosa bestia ó llevarse cuando menos algunas de sus plumas. El golpe sólo podía darse á la hora de la siesta.

Si sobre una poblacion total de veintidos mil ochocientas ochenta y tres almas, el escedente en favor de los casados llega á mil ochocientos ochenta y tres individuos, puede esplicarse este hecho por la circunstancia de que en la provincia de Moxos muere mayor número de varones ántes de llegar á los quince años, como puede verse por la planilla de fallecimientos; esto obliga probablemente á muchas jóvenes á retardar su matrimonio, é impide tambien á las viudas el volver á casarse.

Lope mismo, en la Egloga a Claudio y en La Moza de cántaro dice haber escrito mil y quinientas comedias. Montalván hace subir este número a mil ochocientas y cuatrocientos autos. No pueden, ni mucho menos, admitirse cifras tan altas.

Rafael admiraba su probidad. Un hombre y dos zagales viviendo en esta miseria, custodiaban rebaños que valían muchos miles de duros. En la dehesa del cortijo de Matanzuela, los pastores no ganaban entre todos más de dos pesetas, y tenían confiados a su cuidado ochocientas vacas y cien bueyes, un verdadero tesoro de carne que podía extinguirse, morir, al menor descuido.