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Emprendió también la fábrica, que no llegó a terminarse, del Paseo de Aguas y que, a juzgar por lo que aun se ve, habría hecho competencia a Saint-Cloud y a Versalles. Licencioso en sus costumbres, escandalizó bastante al país con sus aventuras amorosas.

En cuya empresa se ha esmerado á competencia en la campaña el honor de los oficiales de estas Milicias, y el amor y constancia al real servicio de la tropa patricia y extrangera. Mendoza, y Abril 1.º de 1780. Informe de D. Basilio Villarino, Piloto de la Real Armada, sobre los puertos de la costa Patagónica.

Tambien insinué á V. S. mi sospecha de que los Portugueses no querian admitir el rio Igatimí por lindero; y este correo en carta particular me dice D. Diego Alvear, Comisario de la segunda partida, que á pesar de una prolija competencia de cuarenta y seis páginas, letra menuda, su concurrente no habia querido admitir por límite el rio Igatimí.

Para que cada una de las diversas partes de un territorio rinda el máximum de sus productos, para que el comercio tenga allí un interes, una tendencia especial, es menester dar, en detrimento de los otros ramos comerciales, una amplitud sin coto á el que con ménos trabajo puede producir mas pingüe utilidad; sobre todo cuando no tiene competencia vecina.

Gracias a los esfuerzos nobilísimos de este claro representante de su comercio, podemos decir con orgullo que Sarrió, en tal ramo interesante del progreso, se hallaba a la altura de las grandes capitales. Ninguna otra villa española o extranjera podría sufrir con ella competencia.

Ello es que la fiesta en la huerta fue apaciblemente divertida: se habló de flores, de frutos, de injertos, de plantaciones y de otras mil cosas relativas a la labranza, luciendo Pepita sus conocimientos agrónomos en competencia con mi padre, conmigo y con el señor vicario, que se queda con la boca abierta cada vez que habla Pepita, y jura que en los setenta y pico de años que tiene de edad, y en sus largas peregrinaciones, que le han hecho recorrer casi toda la Andalucía, no ha conocido mujer más discreta ni más atinada en cuanto piensa y dice.

Este sistema de hacer gozar haciendo esperar, del cual pudiéramos citar en el día algún sectario famoso, es evidente, y por él nunca podrá entrar en competencia con un artículo en blanco un artículo en negro. Este ya sabemos lo que puede querer decir, aunque no sea más que haciendo deducciones del color.

Esa nueva tienda debe llamarse La Estolidez, en lugar de La Solidez.» Y aventuró esta profecía, que hasta ahora ha resultado válida: «La base de la zapatería de lujo es y será siempre el cosido a manoPero no se le ocultaba a Apolonio que «La Solidez» o «Estolidez» le amenazaba con una competencia, quizá ruinosa.

Sólo Cruzada Villamil lo puso en duda, pero los artistas y escritores se entusiasmaron con la idea de saborear apreciaciones y juicios de Velázquez en materia tan de su competencia.

El mérito en la templanza y ventura por el sueño. El niño diablo. El labrador del Tormes. La ciudad sin Dios. La competencia en los nobles. Engañar á quien engaña. El engaño en la verdad. Los hierros por amor. El hijo de los leones. Las burlas veras. Dos agravios y una ofensa. La horca para su dueño. Guerras de amor y de honor: primera parte. El gran cardenal de España.