United States or Côte d'Ivoire ? Vote for the TOP Country of the Week !


Aquel fantasma de reino napoleónico se disipaba como el humo de un cañonazo.

Repuesto un poco, al cabo se despidió de sus amigos manifestando que iba derecho á su casa. Se acostó en la cama, pero no pudo gozar de las dulzuras del reposo. Todas sus ilusiones se huían. Aquel amor profundo, el primero y el único de su vida, se disipaba como un sueño. Lo que tenazmente se susurraba hacía tiempo y había llegado varias veces á sus oídos resultaba cierto.

El resto de mi vida, el que se disipaba en tibiezas, en sequedades, lo comparaba a esos bajos fondos que se descubren en el mar a cada baja marea y que son como la muerte del movimiento. Tal alternativa asemejaba mucho a la luz y al eclipse de los faros giratorios; esperaba yo siempre un despertamiento de mi ser, como navegante extraviado que aguardara la aparición de la señal sobre la costa.

Busco al constable... y al juez... y al squire Cass... y al señor Crackenthorp. Sujetadlo, Jacobo Rodney prosiguió el tabernero, en quien se disipaba la idea del fantasma . Me parece que ha perdido la cabeza; está empapado hasta los huesos. Jacobo Rodney, sentado muy cerca de la entrada de la pieza, estaba al alcance del sitio en que Marner seguía de pie; pero negó sus servicios.

Y mientras el gran vaho nocturnal se disipaba en aquella mañana de enero, pudo oírse, a lo largo de las calles, el repiqueteo del cascabel y el firme trotar de la soberbia yunta de zainos que arrastran la victoria de Lorenzo Fraga, en el inusitado madrugón de aquel día.

De pronto surgió un recuerdo, se repitió un nombre olvidado, que yo había oído pronunciar sólo una vez, y en mi mente brotó una suposición fundada y amenazadora que me laceraba el corazón; sensación aguda que se disipaba por misma al menor indicio de seguridad para renacer en seguida con la vivacidad de una evidencia. Un domingo esperamos vanamente a Magdalena y Julia.

Era grande la habitación destinada a Julián, y la luz del velón apenas disipaba las tinieblas, de entre las cuales no se destacaba más que la blancura del lecho.

Asistía Julián a la velada, entretenido y contento, porque la alegría y el humor de los cazadores le disipaba las ideas congojosas de algunos días atrás, el miedo a la Sabia, a Primitivo, a los Pazos, los lúgubres presentimientos acrecentados por la comunicación de los terrores nerviosos de Nucha. Al cabo, tanto insistió don Eugenio, que hubo de prometer, aplazando para el último día.

Feli permanecía inmóvil, sonriendo con femenil complacencia, gozosa de que su novio la viese tan bella. Sentía la caricia del rayo mágico de sol; entornaba los ojos, cegada por la ola de colores que palpitaba en sus ropas y su carne. El halago de la coquetería disipaba su miedo al cementerio, con esa facilidad que tienen las mujeres para el olvido cuando se sienten acariciadas en su vanidad.

Herido por doquier, desventurado sin reposo, la seguía constantemente y cuando eso no me era posible la echaba de menos desolado, maldecía a los que me disputaban su presencia y me desesperaba. Algunas veces me rebelaba sinceramente contra costumbres en las cuales me disipaba sin fruto, que no contribuían gran cosa a mi felicidad y me quitaban un resto de razón.