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El centinela de la torre del mar de Mármara había escuchado sobre el agua un golpe siniestro. A la mañana, al otro lado del Bósforo, apareció en la orilla opuesta el cadáver de un eunuco estrangulado.

No les bastan ya á los infieles los templos de ricos mármoles y vistosas pinturas de los vencidos godos, cuya mentida santidad ha seducido á los incultos bárbaros: á las fundaciones de Sisebuto, Chindasvinto, Wamba, y de los activos pastores del descarriado rebaño de Cristo, agregan hoy nuevas fundaciones los tenaces hijos de Pelayo : el mismo impulso da la Iglesia en Afranc, en Italia, en Alemania, á los sucesores de Carlos Martel, y el infatigable Carlomagno, que ya se presume emperador de Occidente con afrenta tuya y de tu raza predestinada, presume levantar en la sombría Aquisgram un gigantesco domo revestido de pinturas y mosáicos que rivalice con el que erigió Justiniano sobre el azulado espejo del Bósforo.

El emperador Constantino porfirogénito, cuya corte dirige la marcha del arte en Oriente y Occidente, se esmera en proporcionar á la capital del Califato nuevas seducciones, sin creer desdorada su dignidad por convertirse en joyero de la Sultana del Bétis . Todos los demas emperadores y reyes que directa ó indirectamente reciben de Constantinopla ideas de buen gusto y magnificencia, trasmiten tambien á la poderosa corte de Andalucía los frutos hermosos de aquellos trasplantados gérmenes . Hoy es una de las primeras dignidades de la Iglesia Bética el encargado de trasladar desde el asiento de la reina del Bósforo al encantado palacio de Azzahra, las primorosas esculturas que admiran con mezcla de placer y de escándalo los rígidos observadores del Koran ; mañana es nada menos que un santo, procedente de uno de los mas austeros cenobios de Alemania, el comisionado para llevar al temido Califa los esquisitos productos del arte germánico ; un obispo Eliberitano, mandado consagrar por el mismo Abde-r-rahman, es luego el elegido para promover y fomentar ese comercio y correspondencia mútua de las dos civilizaciones cristiana é islamita ; finalmente, la Córdoba de An-nasír es el emporio de las artes, los ingenios de los paises mas adelantados acuden á ella poniendo á competencia sus creaciones, y todo lo grande, todo lo bello, todo lo primoroso del arte monumental en Asia, en Africa y en Europa, deja su sello, su ofrenda y su tributo en la soberbia Caaba de los Umeyas.

Luego de vagar por los recovecos del archipiélago griego, pasaban los Dardanelos, pasaban el Bósforo, conmoviendo con el hervor de su galopada invisible los dos callejones acuáticos, y dando la vuelta á la copa del mar Negro, volvían, diezmados pero impetuosos, á las profundidades del Mediterráneo.

El Bósforo de Tracia, el risueño golfo de Nápoles y la dilatada extensión del Tajo frente de Lisboa, son mezquinos, feos y pobres, comparados con la gran bahía de Río sembrada de islas fertilísimas siempre floridas y verdes, y cuyos árboles llegan y se inclinan hasta el mar y bañan los frondosos ramos en las ondas azules.

Nacían en sus profundos senos grandes y numerosos manantiales de agua dulce, en la costa del Asia Menor, en Morea, Dalmacia y la Italia meridional; recibía, además, un aporte considerable del mar Negro, pues éste, al revés del Mediterráneo, acaparaba con las lluvias y con el arrastre de sus ríos más agua que la que perdía por evaporación, enviándosela á través del Bósforo y los Dardanelos en forma de corriente superficial.

Fórmanse las literaturas nacionales: la clásica pagana, infecta de libertinage y seductora por su belleza, se va restaurando á medida que el comercio del Bósforo reune sus dispersos fragmentos y que las galeras bizantinas depositan en Italia á los intérpretes prófugos de la antigua cultura.

Después sobreviene una nueva calamidad, la expulsión de los judíos hispánicos, tan compenetrados con el espíritu de este país, tan amantes de él, que aún hoy, después de cuatro siglos, esparcidos por las riberas del Danubio o del Bosforo, son españoles y lloran en viejo castellano la patria perdida: Perdimos la bella Sión; perdimos también España, nido de consolación.

Los choques iniciados frente á Italia iban á terminarse en la costa de Asia. Todo el Mediterráneo servía de palenque. Catalanes y venecianos buscaban á los genoveses en Negroponto; pero éstos, sintiéndose inferiores, volaban á refugiarse en el Bósforo.

Los Febrer habían peleado o ajustado alianzas con corsarios turcos, griegos y argelinos, habían escoltado sus flotas por los mares del Norte para hacer frente a los piratas ingleses, y hasta una vez, a la entrada del Bosforo, sus galeras habían abordado a las de Genova, que monopolizaban el comercio de Bizancio.