United States or Democratic Republic of the Congo ? Vote for the TOP Country of the Week !


ZOR. No me puede pesar con más estremo. Forzosa es mi partida, Abindarráez, Y el dejarte en Cartama es más forzoso, En poder del alcaide que aquí viene; Que así lo escribe el Rey y así lo manda. ABIND. ¿Que así lo manda el Rey y así lo escribe? ZOR. Que me parta a Coín con mi familia Me manda el Rey y que te deje solo Aquí en Cartama, mientras Zaro viene, Que ha de ser el alcaide de Cartama.

'invicto. Parte XIII. 'ABINDARRÁEZ. Parte XIII. Alora, y no Álora, como se dice hoy. Lope recuerda un verso famoso: mensajero eres, amigo, No mereces culpa, no, que "es un antiguo proverbio con que la poesía épica castellana proclamaba habitualmente la inviolabilidad del mandadero según el derecho de gentes."

CELIND. No estéis agora en razones; Entra a dormir, bencerraje. JARIFA. Mira si hay doncella o paje, Celindo, en esos balcones. CELIND. Todo está seguro. Ven, No os amanezca en hablar. ABIND. ¿Puedo entrar? JARIFA. Puedes entrar. ABIND. Voy, mi alma. JARIFA. Entra, mi bien. Echa, amigo, esa alcatifa. ABIND. ¡Cuánto te debo, Narváez! Por ti goza Abindarráez De su querida Jarifa.

Dios os guarde y os haga dichosa, aunque tenéis partes para no serlo, y más si heredáis mi fortuna, hasta que tengáis consuelo, como vos lo sois mío. ABINDARRÁEZ. JARIFA. ZORAIDE. ALBORÁN. NARVÁEZ. NU

Escribió la historia de Jarifa y Abindarráez, Montemayor, autor de la Diana, aficionado a nuestra lengua, con ser tan tierna la suya, y no inferior a los ingenios de aquel siglo; de su prosa, tan celebrada entonces, saqué yo esta comedia en mis tiernos años.

ABIND. Pues alto: dadnos lugar. Aquí batallen el ALCAIDE y ABINDARRÁEZ. PÁEZ. A no estar el moro herido Y de pelear cansado, Diera al Alcaide cuidado. NARV. Moro, date por vencido, O si no, daréte muerte. ABIND. En tu mano está matarme, Mas vencerme y sujetarme, En otra mano más fuerte. Tu esclavo soy. ¡Ay de ! ¡Ay de ! ¡Mil veces ay!

Crióse el Abindarráez En Cartama con Jarifa, Mozo ilustre, abencerraje En méritos y desdichas. JARIFA. ¡Dichosa el alma mía Que dió tan dulce fin a su porfía! Canten. Pensaba que eran hermanos, En este engaño vivían, Y ansí, dentro de las almas El fuego encubierto ardía. JARIFA. ¡Dichosa el alma mía Que dió tan dulce fin a su porfía! Canten.

Decid que soy su esposo Abindarráez Que el viento os dará voz, amigos árboles. ¡Qué de veces al pie de aquestos árboles Miré los bellos ojos de Jarifa, Y ella me dijo: "¡Hermano Abindarráez!" Pues ya su esposo soy, no soy su hermano, O, a lo menos, ya puedo ser su esposo: Decídselo, si vuelve, claras fuentes.

JARIFA. Al último remate De mi cansada vida, al postrer dejo, Cuando no es bien que trate De buscar medicina ni consejo, Como cisne me quejo. Fiero amor inhumano, Mi hermano adoro y quiero, Por imposibles muero. ABIND. ¡Jarifa! JARIFA. ¡Abindarráez! ABIND. ¡Hermana! JARIFA. ¡Hermano! ABIND. Dame esos brazos dichosos. JARIFA. Dadme vos los vuestros caros. ABIND. ¡Ay, ojos bellos y claros!

Salen a un tiempo por dos puertas ABINDARRÁEZ y JARIFA. Sin verse. ABIND. Verdes y hermosas plantas, Que el sol con rayos de oro y ojos tristes Ha visto veces tantas Cuantas ha que de un alma el cuerpo fuistes; Laureles, que tuvistes Hermosura y dureza: Si no es el alma agora Como fué la corteza, Enternézcaos de un hombre la tristeza, Que un imposible adora.