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Los hermanos de aquél lo impugnaban. Se había entablado un pleito, que ganó en primera instancia. Venía acompañada de una antigua sirviente de su padre, trasformada en dama de compañía, y de un mayordomo.

Dos minutos pasaron; Juana y su madre estaban paradas con la vista fija en la puerta del vestíbulo. Un sirviente apareció con una bandeja en la mano. Es un despacho para la señora dijo. Dadme dijo Juana adelantándose dos pasos. Esperó que el sirviente se hubiese retirado, y, sin abrir el telegrama miró a su madre. ¡Déjame abrirle! murmuró la señora de Latour-Mesnil tratando de tomar el telegrama.

Al principio supo disimular sus defectos; pero ahora apenas si se digna responderme. Tiene un humor áspero y sombrío. Casi estoy por creer, cuando reflexiono respecto de su conducta arrogante, que me mira como su sirviente. Para protegerla contra la condesa, me expongo de la mañana a la noche a sufrir altercados y disgustos... ¡Y ser recompensado por un frío desdén!

Sebastian Pagador habia sido muchos años sirviente en las minas de ambos Rodriguez, y en aquella actualidad concurria á ellas por las tardes con D. Jacinto, donde este se ponia ébrio, mal de que adolecia comunmente. Entre otras producciones de la borrachera, salió con el disparate que el corregidor le queria ahorcar, juntamente con sus hermanos, á D. Manuel Herrera y otros vecinos.

El extraño aspecto de aquella vieja mansión y sus muchas históricas tradiciones produjeron en algunos recelos, según parece, pues me encontré pensando en robos, ladrones y visitantes nocturnos. Otra vez me puse a escuchar con toda atención. ¡Quizá no era más que un sirviente, después de todo!

Chistó al cochero, subió y se sentó al lado de su rival. Por la emoción misma no advirtió la falta de respuesta que había seguido a su breve saludo. Ambos bajaron del carruaje sin haber conversado una palabra. Debías echar a tu sirviente dijo Muñoz al fin; me aseguró que no volverías hasta la madrugada.

Decidió por fin legar todo su caudal a algún amigo, y resolvió hacerlo a favor del Príncipe de Sant' Andrea, prócer bondadoso y magnánimo Mecenas. Instituyo por mi único y universal heredero, empezaba a dictar el Cardenal, cuando sonó leve toque en una puerta. ¡Adelante! exclamó el Prelado, y apareció en el umbral un sirviente vestido de negro.

Esto debe acabar prosiguió Jaime, sin hacer caso de la alegría de la sirviente . Esto acabará hoy mismo; estoy decidido... Sábelo, madó, antes de que la noticia corra: me caso. La criada juntó las manos devotamente para expresar su asombro y elevó la mirada al techo. ¡Santísimo Cristo de la Sangre! Ya era hora... Antes debía haberlo hecho, y otro sería el estado de la casa.

La curiosidad aumenta cuanto mayor es la fidelidad y confianza que se tiene en un sirviente, hasta que este servidor, fiel y reservado generalmente, sabe tanto y conoce tan bien los asuntos de su amo o ama como ellos mismos.

Señor respondió el sirviente es un caballero que ha venido en un simón y dice que necesita verle a usted a toda costa para hablarle de un asunto del cual depende la felicidad de la señorita Antonia. Pedro y Jaime se han visto muy apurados para contenerle. En fin, ahí le tiene usted.