Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 26 de julio de 2025


547 Se le pasmó la virgüela, y el pobre estaba en un grito; me recomendó un hijito que en su pago había dejado: "Ha quedado abandonado". Me dijo, "Aquel pobrecito". 548 "Si vuelve, búsquemeló", me repetía a media voz; "En el mundo eramos dos, pues él ya no tiene madre; que sepa el fin de su padre y encomiende mi alma a Dios".

«, Señor Excelentísimo, , católico auditorio, aquellos habitantes de las orillas del Nilo, aquellos ciegos cuya sabiduría nos mandan admirar los autores impíos, adoraban el puerro, el ajo, la cebolla». «¡Risum teneatis! ¡Risum teneatisrepetía encarándose con el perro de San Roque, que estaba con la boca abierta en el altar de enfrente. El perro no se reía.

¡Poverino! ¡Poverino! repetía el monje al caminar lentamente costeando las viejas murallas de la en un tiempo orgullosa ciudad. ¡Pensar que nuestro pobre amigo Burton ha muerto tan repentinamente... y sin decir una palabra! No exactamente una palabra le dije: Antes de morir dio varias instrucciones y dejó algunos encargos, entre los cuales está el haber puesto a su hija Mabel bajo mi cuidado.

Algunas tardes, cuando en el reloj del estudio daban las siete, ella había dicho tristemente, entre los desperezos de su cansancio amoroso: Marcharme... Marcharme cuando ésta es mi verdadera casa... ¡Ay, por qué no somos casados!... Y él, que sentía florecer en su alma todo un jardín de virtudes burguesas ignoradas hasta entonces, repetía convencido: Es verdad, ¡por qué no somos casados!

Otras veces, Ulises repetía el mismo juego con el título de «indios y conquistadores». Había encontrado en los montones de libros almacenados por su padre un volumen que relataba, á dos columnas, con abundantes grabados en madera, las navegaciones de Colón, las guerras de Hernán Cortés, las hazañas de Pizarro. Este libro influyó en el resto de su existencia.

Mi desgracia data del día en que llegamos aquí. Cuando lo vi reñir con su madre, que una voz me gritaba: «¡Tuya es la culpaCuando de día en día lo vi ponerse más sombrío y más triste, me repetía nuevamente en el fondo del corazón: «¡Tuya es la culpaDurante la noche me quedaba despierta a su lado, atormentada por este pensamiento: «¿Por qué estás tan triste y tan melancólica, por qué no sabes sino arrojarte en sus brazos llorando, y sufrir doblemente cuando lo ves sufrir

Y la muchacha repetía la palabra con cierta cólera, como si evocase un mundo desconocido lleno de tentaciones. Isidro debía tener allá mujeres muy hermosas; seguramente que era amigo de las actrices, como todos los que escriben en los papeles. ¡Las noches que había pasado gimiendo de desesperación, creyendo perdidas sus ilusiones!...

Hasta la misma puerta del departamento les siguió el mozo cuando se volvieron a su coche; y a ser Lucía dueña de los brazos de Artegui, los hubiera echado al cuello de Sardiola, a tiempo que éste repetía, entornados los ojos y en el tono con que se reza, si se reza de veras: La Virgen de Begoña vaya con usted, señorito..., que encuentre usted bien a doña Armanda.... Mándeme usted como si fuese un perro, un perro suyo.... Mire usted, que estoy aquí....

Todas estas y otras muchas llevaban un estribillo, que se repetía cientos y cientos de veces, y el cual era por este estilo: «Devotos, venid; devotos, llegar, que la Virgen María nos llama; su santo rosario venid á rezar

¡Qué es eso?... ¡Caramba!... ¿Qué tienes?... repetía Melchor, inclinado cariñosamente sobre el cuerpo de Lorenzo. ¡No !... repuso éste, poniéndose de pie y reclinándose lánguidamente en el pecho de Melchor, no ... hace rato... ¡tengo una opresión...! que no oiga Ricardo...

Palabra del Dia

malignas

Otros Mirando