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Actualizado: 17 de mayo de 2025
Y si se me hace cargo que eran honestos sus pensamientos, y que por esto estaba obligada a corresponder a ellos, digo que, cuando en ese mismo lugar donde ahora se cava su sepultura me descubrió la bondad de su intención, le dije yo que la mía era vivir en perpetua soledad, y de que sola la tierra gozase el fruto de mi recogimiento y los despojos de mi hermosura; y si él, con todo este desengaño, quiso porfiar contra la esperanza y navegar contra el viento, ¿qué mucho que se anegase en la mitad del golfo de su desatino?
Ya que aquel señor Maltrana era tan bueno, podía ayudarla en su pleito, la magna empresa de su vida y de la de todos los Vargas del Solar, el objetivo de sus ilusiones en las horas de recogimiento, la única petición que ingería en sus rezos por la felicidad de su hija y los nietecitos.
Por de pronto, tengo la intención de ver a muy poca gente, la menos posible. Tengo la intención de fortalecerme, de rehacerme por completo, y para esto necesito recogimiento y soledad.
Yo ¡ay de mí! al pensar que me hallaba, en este día solemne, en medio del silencio de aquellos bosques majestuosos, aun en presencia del magnífico espectáculo que se presentaba a mi vista absorbiendo mis sentidos, embargados poco ha por la admiración que causa la sublimidad de la naturaleza, no pude menos que interrumpir mi dolorosa meditación, y encerrándome en un religioso recogimiento, evoqué todas las dulces y tiernas memorias de mis años juveniles.
Al terminar el venerable orador se levantó Rafael, pálido, tirando de los puños de la camisa, dejando pasar algunos minutos para que se calmara la agitación de la Cámara, ansiosa de expansionarse, de murmurar después del largo recogimiento a que la había obligado la palabra tenue y concisa del anciano. Si a Rafael le había de animar la benevolencia del auditorio, buen principio tenía.
El doctor y el anabaptista, serios y solemnes, hablaban de los asuntos de actualidad, y Lagarmitte, detrás del hogar, los escuchaba con recogimiento. Nosotros tenemos no sólo el derecho sino también el deber de defendernos decía el doctor ; nuestros padres han cultivado estos bosques, los han hecho producir; es una legítima propiedad nuestra.
Además, la causa del desvío de Pepita tenía para mi padre un no sé qué de fantástico y de sofístico que al cabo debía desvanecerse. Pepita no quería retirarse a un convento ni se inclinaba a la vida penitente: a pesar de su recogimiento y de su devoción religiosa, harto se dejaba ver que se complacía en agradar. El aseo y el esmero de su persona poco tenían de cenobíticos.
Paz oía misa con recogimiento, volviendo tranquilamente las hojas del devocionario, que a veces dejaba sobre la falda, pero sin alardes de unción religiosa: su rostro no se entristecía con compunción exagerada, ni tenía ese lento parpadear que es a los ojos lo que el estertor a la respiración.
Las señoras lo hicieron con una compostura y un recogimiento que edificaba: las ebúrneas manos, donde los diamantes y esmeraldas lanzaban destellos, cruzadas humildemente; la hermosa cabeza hundida en el pecho. Estaban irresistibles. Aunque no fuese más que por galantería, el Supremo Hacedor estaba obligado a concederles lo que pedían.
Andarían sueltas por ahí, perturbando la tranquilidad de la República; molestarían á los hombres tímidos, inclinados á la modestia y el recogimiento, y ¡quién sabe si acabarían por raptarlos!... Con el ejército, estas energías sueltas se canalizan hacia la gloria militar, y aunque la tal gloria no exista, su ilusión nos proporciona la tranquilidad.
Palabra del Dia
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