United States or Lesotho ? Vote for the TOP Country of the Week !


Con mucha freqüencia sucede que un rey sea destronado; y por lo que respeta á la honra que hemos tenido de cenar con ellos, eso es una friolera que ni siquiera mentarse merece. Apénas estaba Candido en el navío, se arrojó en brazos de su criado antiguo y su amigo Cacambo. ¿Y pues, le dixo, qué hace Cunegunda? ¿es todavía un portento de beldad? ¿me quiere aun? ¿cómo está?

Ese portento de hermosura habrá caído en las redes de otra persona, que no en las mías. Yo lo que me digo exclamó D. Pedro con atronadora voz y basta. Denme licencia para retirarme, que avanza la hora y esta tarde he de embarcarme con la expedición que va al Condado de Niebla a operar contra los franceses. La ociosidad me enfada y deseo hacer algo en bien de la patria oprimida.

Oigan ustedes a don Lucas Mentirola. Ese viene siempre de donde sucede algo. ¿Ha habido fuego? Vengo de allí. Hace estragos horrorosos. ¿Ha llegado el tenor nuevo? responde, le acabo de dar un abrazo: viene gordo, y su voz es un portento; le hice entrar en un portal y cantar un rato... por lo hizo. Es un gran muchachón: rubio, alto, ¡extranjero!

Voy á dar noticia de algunos detalles, procurando apartar la vista de otras muchas bellezas, porque cualquiera pincelada de ese lienzo vale un buen cuadro. Yo que los ojos de la figura que contemplo son bellísimos, y sin embargo, ¡portento que asombra! no sabria decir qué color tienen. Y ¿en qué consiste esto? dirá algun lector.

Se persuadió, pues, con Pedro Santaló de que su hija era un ángel, y con la tía María, de que era un portento.

Es inevitable el frió beso de Perséfone para surgir alegre en otra verde primavera y recibir los besos de la áurea Afrodite. Tal es la enseñanza del drama. Su desenlace es patético. En Palmira hay una santa mujer llamada Zenobia, portento de caridad, consuelo y amparo de los afligidos y menesterosos. Apeles la ve. Y ella le reconoce y él reconoce en ella á Zoe, á Febe, á Pérsida y á su nieto.

Irene y los judíos, testigos de este portento, se convierten al cristianismo.

Es cierto que si se ofrece figurar en sociedad, el primero se presentará con mas garbo y soltura que el segundo: que si es necesario sostener una conversacion, aquel brillará mucho mas que este, que su palabra será mas fácil, sus ideas mas variadas, sus observaciones mas picantes, sus réplicas mas prontas y agudas; que el rico en cuestion no entenderá quizas una palabra del mérito de tal ó cual novela, de tal ó cual drama; que conocerá poco la historia, y se quedará estupefacto al oir al comerciante quebrado explicarse como un portento de erudicion y de saber; es cierto que no sabrá tanto de política, ni de administracion, ni de hacienda, que no poseerá tantos idiomas; pero, ¿se trataba por ventura de nada de eso, cuando se ofrecia dar buena direccion á los negocios?

En cuanto a los pies, no se ven, pero se sospechan; en cuanto al cabello, la Magdalena se lo envidiaría. Estoy impaciente por ver y oír ese portento exclamó con exaltación el vizconde, el cual siempre estaba, como lo indicaba su nombre, montado medio tono más alto que todos los demás vizcondes . Preparemos los anteojos y entremos. Entre tanto el joven embozado había desaparecido.

Dejamos de hablar, volvemos los ojos á la escena, el brigadier se levanta maquinalmente y vuelve á sentarse, como si quisiera tomar una posicion más segura, en señal de que aguardaba algun portento; los artistas se ponen de pié, saludan como antes; se abre la puerta del fondo, los galanes se sitúan cortesmente á los lados de la puerta; pasan las damas; los galanes las siguen, y la escena se queda sin nadie.