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Actualizado: 25 de mayo de 2025


Si a primera vista se podía sospechar que el tal gimoteaba por la molestia de llevar tanta cosa sobre , alas, flores, cintajos, y plumas, amén de un relojito de arena, bien pronto se caía en la cuenta de que el motivo de su duelo era la triste memoria de las virginales criaturas encerradas dentro del sarcófago.

No hallé respuesta alguna á esta comunicación inesperada: ignoraba absolutamente quién pudiese ser el señor de Beauchêne, y no tomándose la señorita Margarita la molestia de decírmelo, me limité á atestiguar, por una débil exclamación de pésame, la parte que tomaba en este desgraciado suceso.

Lola le había enviado una sonrisita sarcástica que acabó de exasperarla. Se dirigió a la puerta. Siento mucho haberle molestado a usted le dijo fríamente cuando estuvieron lejos. Raimundo la miró sorprendido. Cuando nadie los oía acostumbraba a tutearle. ¿Molestia? Ninguna. ; porque, al parecer, estaba usted muy a gusto al lado de esa señora....

El calzado estrecho es gran suplicio, y la molestia física corta los vuelos de la mente. Habían pasado por junto a los cementerios del Norte, luego hicieron alto en los depósitos de agua; la samaritana se sentó en un sillar y se quitó la bota. Maximiliano le hizo notar lo bien que lucía desde allí el apretado caserío de Madrid con tanta cúpula y detrás un horizonte inmenso que parecía la mar.

Los 500 pesos restantes pudieran aplicarse a los diez curas que debían quedar solos en los pueblos señalados, dando 50 pesos de gratificación a cada uno sobre los 200 de sínodos que gozan, para suavizar así la molestia de estar solo, y para que pudiese gratificar a algún religioso que confesase la gente de la estancia en el tiempo del cumplimiento de iglesia, y para otros casos que pudieran ofrecérsele; y así todo quedaba remediado.

La molestia de los oídos se compensa muy bien con el placer de los ojos». Cuando la madre hubo concluido su relación, o al menos cuando creí que la había concluido, tomé la palabra y, recordando medianamente las lecciones de mi profesor Tejeiro, comencé a soltar por la boca una granizada de términos técnicos, que yo mismo quedé asombrado.

No quiera usted que me case vestida de luto; permítame poner un intervalo entre el tiempo venidero que usted vaticina tan dichoso y el pasado que tantas lágrimas me hace derramar. Mientras tanto, ya que le han de servir de molestia mis cuidados, ¡Dios mío! ¡quién habría podido suponerlo! he trazado ya mi plan y se lo voy a exponer, decidida a llevarlo a la práctica si me da su aprobación.

Dentro de casa, marido y mujer se hablaban muy poco, lo indispensable solamente. Para evitar la molestia que les produciría sentarse solos a la mesa tenían siempre algún convidado. Fuera se trataban con expansiva y natural confianza. Alguna vez Osorio iba a buscar a su esposa a última hora a la reunión o teatro donde se hallase. Pero esto era valor entendido en el mundo.

Tal vez le vigilaban discretamente y no le perdían de vista hasta convencerse de su completa inocencia. Pero esta vigilancia que él presentía nunca se hizo sentir ni le acarreó molestia alguna. En el tercer viaje á Salónica, el capitán de navío le vió una vez de lejos, saludándole con su grave sonrisa. Y no supo más del espía.

Ella misma rogó al abogado que permaneciese en la celda, como si de este modo quisiera aminorar la molestia de vestirse ante unos desconocidos. Ferragut adivinó la piedad y la admiración del maître al llegar á este pasaje de su carta. La había visto medio desnuda, preparando el último tocado de su existencia.

Palabra del Dia

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