United States or Djibouti ? Vote for the TOP Country of the Week !


«Debe de ser una cosa muy interesante el oficio de espía se dijo . Un espía arriesga su vida tanto como un revolucionario. A veces la práctica del espionaje cuesta la cabeza. He oído decir que mataron a un espía hace poco. Le degollaron como a un cerdo

Dió comision el consejo supremo á un primer mandarín para que me arrestara; el qual mandó á un alguacil, que tenia á sus órdenes quatro corchetes, que me prendiesen, y me atasen con toda ceremonia. Conduxéronme, despues de ciento y quarenta genuflexîones, ante Su Magestad, que me preguntó si era yo espía del Papa, y si era cierto que hubiese de venir este príncipe en persona á destronarle.

Caminaron la vuelta del enemigo; al salir del sol se hallaron de la otra parte de la montañuela, de donde descubrieron al enemigo mas poderoso de lo que la espia les dijo, y fué, porque dos horas antes llegó la mayor parte de su ejército que le faltaba.

Más que una barba, es una perilla insignificante. Ni siquiera se notará que me la he quitado.» «¡Hasta mi barba crece menos que la de los demás! pensó con disgusto . Pero todo esto son tonterías. Aunque me reconozca, no hay por qué apurarse. Sería necesario probar que soy espía, probarlo serena, lógicamente, como se hace con los teoremas

«¡Tiene gracia! se dijo Krilov, volviendo a otro lado los ojos y tratando de dar a su rostro una expresión de indiferencia . Le dan miedo mis gafas azules; todas estas muchachas están seguras de que un hombre con gafas azules es un espía... Lleva probablemente proclamas escondidas en el corsé.

Y mientras se le hinchaba el pecho, hirviendo en colérica indignación, el grupo de abajo era cada vez más íntimo, y Baltasar y Josefina conversaban con mayor confianza, aprovechándose de que el público, impresionado por la muerte del espía infame que, al fin, hallaba condigno castigo a sus fechorías, no curaba de lo que pudiese suceder por los palcos.

En la puerta iba ya el relojero, y todavía le estaba diciendo el maestro de música malas palabras: «¡traidor! ¡venal! ¡chino espurio! ¡espía de los tártarosPorque estos maestros de música de las cortes no quieren que la gente honrada diga la verdad desagradable a sus amos.

Apuesto a que es espía de la canalla, para ver lo que se dice en esta casa y contarlo a sus mercedesEl mejor día nos van a dar que sentir, porque como dice usted esas cosas, y tiene esos modos, y hace ascos de la comida cuando tiene azafrán, y siempre saca lo que ha visto en las tierras de allá, le traen entre ojos, y sabe Dios... ¡Como aquí están tan rabiosos con lo del día 2!...

Apolonio, ¿nos oye alguien? preguntó Felicita, inclinándose sobre el mostrador, con delgado aliento y ojos de espía. Si usted conserva ese tono, nadie nos oirá. Apolonio.... Es usted un miserable, un traidor, un ingrato. Se lo digo a usted en voz baja, aunque con toda energía, porque quiero evitar espantosas complicaciones, incluso la efusión de sangre. Pero, señora...; digo, señorita....

Tuvo necesidad de andar errante dos semanas alrededor de los puestos rusos que cercaban la ciudad, sufriendo el fuego de los centinelas, expuesto veinte veces a ser detenido por espía, antes de poder penetrar en la plaza.