United States or Indonesia ? Vote for the TOP Country of the Week !


Ya ves que está acostumbrado a comer en casas grandes. Justamente: como la taberna de Boto, en la calle del Ave María... ración de guisado, a real; con pan y vino, treinta y cinco céntimos. Estás hoy... que no se te puede aguantar. Pero a todo me avengo, Nina. mandas. ¡Ay, si yo no mandara, bonitas andaríamos! Ya nos habrían llevado a San Bernardino o al mismísimo Pardo».

Soledad, avergonzada, reía también. Lo que es conmigo no gastarías tanta guasa, arrastrao dijo María-Manuela. ¿No tienes á tu disposición el dinero de la venta? añadió encarándose con Soledad. ¿Pues por qué no mandas por todas las yemas que se te antojen? Eso pregunto yo. ¿Por qué no manda? replicó Velázquez con retintín. Soledad hizo un gesto de impaciencia indicando á María-Manuela que callase.

¿Conque ahora mandas ? le decía con sorna vaya, hombre, me alegro: pon un bando en el pasillo. ¡No! No saldrás sino cuando yo quiera; y, sobre todo, no vuelves a poner los pies donde has estado esta tarde. ¿Piensas que no a lo que vas? Eres mi hermana, ¿lo entiendes? y antes de que pierdas la vergüenza, seré capaz de ahogarte. ¡Uf! ¡qué miedo! Mañanita vuelvo si se me antoja...

»Ítem, mando toda mi hacienda, a puerta cerrada, a Antonia Quijana, mi sobrina, que está presente, habiendo sacado primero de lo más bien parado della lo que fuere menester para cumplir las mandas que dejo hechas; y la primera satisfación que se haga quiero que sea pagar el salario que debo del tiempo que mi ama me ha servido, y más veinte ducados para un vestido.

Diez días estuvo en esta villa, donde ninguna dificultad de importancia le ofreció la toma de posesión del caudal heredado. Este ascendía a unos treinta mil duros entre inmuebles y dinero dado a rédito sobre fincas; y descontadas las mandas y los derechos de traslación de dominio, quedaban unos veintisiete mil duros. Cada hermano cobraría nueve mil.

Hay que pensarlo... Déjame que lo piense. El señor Marqués de Ronda. ELECTRA. Pensará tal vez... MÁXIMO. No pensará nada malo. ¿Has hecho café? ELECTRA. Iba a colarlo ahora... un café riquísimo... hacerlo a maravilla. MÁXIMO. Tráelo... Convidamos al Marqués. ELECTRA. Bueno, bueno. Pues lo mandas... Voy por el café. MÁXIMO, el MARQU

Si faltase azada, la cavaré con mis manos....Para la mortaja iré a pedir una limosna en la casa que fue mía, y si hallo la puerta cerrada la derribaré para que entres con tus hijos.... ¡Y el loco también! ¡Haré respetar mi voluntad! Los muertos serán sepultos y amparados los vivos. Se cumplirán todas las mandas que ordené.

Jacobo hizo ademán de lanzarse a él, mas Currita le detuvo asustada... El niño, ronca la voz por la ira, breve y cortada como la de un calenturiento, volvió a gritar: ¡No me da la gana!... ¡Vete de aquí!... ¡Aquí no mandas !... ¡Esta no es tu casa!...

Dame esas manos hermosas Por la merced que me haces, Que ansí por satisfaces Obligaciones forzosas. Conozco tu heroico nombre Y entendimiento en querer Enseñarme, aunque mujer, Lo más que debo a ser hombre. Pues es forzoso ir a Alora Y quieres acompañarme, Hasta allá no he de curarme Si no lo mandas, señora.

Sólo al terminar y ofrecerle de nuevo el periódico, la encontró ligeramente pálida. ¿Por qué me mandas leer esto?... No entiendo... Voy a explicártelo repuso Gonzalo con acento de ira concentrada, recalcando mucho las sílabas. Te he mandado leer esto, porque el mandarín de que aquí se trata, es el duque de Tornos, la china eres , y el chino yo... ¿Lo entiendes ahora?