United States or Libya ? Vote for the TOP Country of the Week !


Refiriéndose solamente a las circunstancias exteriores de la catástrofe, contaban todos que el Príncipe había vuelto a la villa dos días antes, después de una ausencia de algunas semanas; que la señora se había levantado esa mañana más temprano que de costumbre y había permanecido como una hora en el terrado, mientras su compañero trabajaba en el escritorio, con una dama que había llegado como a las nueve; que antes del almuerzo la Condesa había enviado a la ciudad, con unos encargos, a Julia, la doncella italiana que tenía desde hacía largo tiempo; que, cuando ya iba el almuerzo a ser servido, el disparo había hecho estremecer a todos: que del segundo piso, donde estaban las habitaciones de los patrones, se había lanzado el Príncipe al piso bajo como un loco, pidiendo que se llamara a un médico, y que todos habían subido precipitadamente al cuarto de la Condesa, donde la extranjera, después de intentar en vano socorrer a aquélla, había tratado, igualmente en vano, consolar al desesperado Príncipe.

Fue lanzado contra su voluntad a la carrera eclesiástica, hacia la cual no sentía la menor disposición, y se concretó a vivir solitario en su magnífica finca de Montculot, la cual ha quedado propiedad de Alfonso, con la obligación de entregar cierta cantidad a la hermana del difunto y pasar una pensión a mi esposo.

Por eso, ante el temor de nuevos entorpecimientos internacionales que ocurrir puedan, condenamos el dicho incierto y de vaguedad tan sospechosa como el lanzado á la opinión en la ya citada memoria: Que tiempo, recursos y constancia van derrochados en Mindanao, y sólo cuando un destello de patriotismo, ayudado de valor á toda prueba, aunque haya sido con falta de recursos, se han conseguido allí ventajas positivas.

Y descansó, respirando con cierto desahogo, después de haber lanzado su pretensión. El asombro de Martínez fué en aumento. Dudó un instante, fijos sus ojos en los de Lubimoff.

Otra herencia que caía sobre Ferragut... Su tío se había lanzado á nadar en una mañana asoleada de invierno, y no había vuelto. Los viejos de la costa explicaban á su modo el accidente: un desmayo, un choque con las rocas. El Dotor era aún vigoroso, pero los años no pasan sin dejar huella.

14 Su confianza será arrancada de su tienda, y al rey de los espantos será conducido. 15 En su tienda morará como si no fuese suya; piedra de azufre será esparcida sobre su morada. 16 Abajo se secarán sus raíces, y arriba serán cortadas sus ramas. 17 Su memoria perecerá de la tierra, y no tendrá nombre por las calles. 18 De la luz será lanzado a las tinieblas, y echado fuera del mundo.

Sin medios, sin posicion social ¿he de obtener justicia contra sus verdugos? Sería otra víctima y me estrellaría como un pedazo de vidrio lanzado contra una roca. ¡Ah, hace usted mal en recordármelo porque es tocar inutilmente una llaga! ¿Y si yo le ofrezco á usted mi apoyo? Basilio sacudió la cabeza y se quedó pensativo.

En un cuarto de hora Muñoz Torrero había lanzado a la faz de la nación el programa del nuevo gobierno, y la esencia de las nuevas ideas. Cuando la última palabra expiró en sus labios, y se sentó recibiendo las felicitaciones y los aplausos de las tribunas, el siglo décimo octavo había concluido.

Fui lanzado del asiento a una distancia de seis varas lo menos; pero no recibí daño alguno, según pude colegir después de tentarme todos los miembros. El criado, tampoco. Acudió un pelotón de gente en nuestro socorro, y cuando nos vieron salvos y se enteraron de lo que había hecho, principiaron las bromitas y la risa. Creí que el conde lo iba a tomar a mala parte; pero también le dio por reír.

Haciendo un esfuerzo supremo llegué al lugar donde Ruperto había cambiado de rumbo, e imitándole, volví a verle, en compañía de una muchacha, a la que obligaba a bajar del caballo que montaba. Ella era sin duda la que había lanzado aquel grito. Parecía una campesina y llevaba una cesta pendiente del brazo. Probablemente se dirigía al mercado de Zenda. El caballo era fuerte y de buena estampa.