Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 6 de julio de 2025
Vi uno negro, espantoso, que, mirándonos con horrible fijeza, bajó la cabeza con intención hostil y dio algunos pasos... El terror me arrebató de tal modo, que sin saber lo que hacía cogí la fusta y pegué un feroz latigazo a los caballos. El coche partió como un rayo, rompió la línea de curiosos y se lanzó por el campo, en medio del vocerío de la gente.
El presidente lanzó un suspiro de satisfacción; al fin, todo estaba arreglado, y el mecanismo judicial, después de aquel entorpecimiento, funcionaba con regularidad, como es necesario. Los testigos, excepto Karaulova, fueron alejados de la sala.
El idiota lanzó un grito salvaje, pareció reflexionar un instante, retrocedió un paso e hirió el suelo con la cabeza de caballo que siempre llevaba. Golpeó al principio cinco veces, después otras cinco y luego tres más.
Gracias, caballero dijo Leonora saludando con una mano que al moverse lanzó relámpagos azules y rojos de todos los dedos cubiertos de sortijas. Repito lo mismo que dije a nuestro amigo. Pase usted adelante y perdone el modo extraño con que le hago entrar en la casa. Rafael estaba en pie y saludaba con torpes movimientos de cabeza, agarrado a los hierros del balcón.
Lo que no remediará nada, porque tú dices no desde que te conozco y desde que conozco a Julia quiere ser tu mujer. Al oír esta última frase hizo un movimiento y un gesto de verdadero terror; después lanzó una carcajada que hubiera dejado muerta a Julia si hubiese podido escucharla.
Vió a Nébel, lanzó una exclamación, y ocultando con sus brazos la liviandad doméstica de su ropa, huyó más velozmente aún. Un instante después la madre abría el consultorio, y acogía a su antiguo conocido con más viva complacencia que cuatro meses atrás.
Felicita lanzó grandes alaridos. Acudió Telva, a medio vestir. De prisa, de prisa, acompáñame. La sirvienta dudó si sujetar por la fuerza a su ama; pero era tal el brillo que fosforecía en los ojos de Felicita, que Telva obedeció. Salieron a la calle. Llovía reciamente. Iban resguardadas bajo un enorme paraguas aldeano, de color violeta. Pero, ¿adonde vamos a estas horas?
26 El fue en gran manera abominable, caminando en pos de los ídolos, conforme a todo lo que hicieron los amorreos, a los cuales lanzó el SE
Subió rápidamente la escalera, y el cura se lanzó en su seguimiento; pero aquél llevaba mucha delantera.
El juez de la causa se constituyó en la cárcel para que don Fernando ratificara la declaración de su esposa. Mas apenas terminó el escribano la lectura, cuando Vergara, presa de mil encontrados sentimientos, lanzó una espantosa carcajada. ¡El infeliz se había vuelto loco!
Palabra del Dia
Otros Mirando