Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 16 de mayo de 2025


¡Pobre Ollo! exclamó D. Oscar. ¡Qué lástima de hombre! Era uno de los mejores generales que el rey tenía. Estaba yo a treinta pasos de él cuando cayó muerto dije con la mayor desvergüenza. ¿Un casco de granada? Le hizo pedazos la cabeza. ¿Qué graduación tenía usted? Teniente de la cuarta del primer batallón navarro. A la entrada del rey en Francia, le habrá a usted hecho capitán.

No había revolucionario de alguna graduación que no tuviese el suyo. La importancia de los jefes se medía por los parques de automóviles que llevaban detrás de ellos. Y la coronela hizo la guerra en un vehículo americano. Su adquisición sólo costó á Martínez dos palabras breves y el apoyar su revólver en el pecho del primitivo dueño.

Estaba ya enfrente de este tablado en la ventana entoldada de terciopelo carmesí de la Universidad o casa de la Ciudad el Ilustrísimo Señor Virrey Marqués de la Casta y todos los muy ilustres Señores Jurados con otros Caballeros de la primera graduación y al querer bajar del tablado con mi penitente me pareció debía a vista de innumerables personas, que nos atendían, volver por la honra de mi encomendado Pedro Onofre Cortés, ya católico y así después de haberle hecho pedir perdón del escándalo y rogado a todos encomendaran a Dios su alma, le hice hacer una breve protestación de la Fe, adorar devotamente la Imagen sagrada de JESUS crucificado, que llevé siempre en las manos.

Este no contestó ni preguntó más sobre el asunto que trataban; acercóse á la dama, que se había apartado de él retrocediendo, y notó que lloraba. ¡Oh confusión de confusiones! Pero ¿qué tiene usted, señora? le dijo. Nada, nada, nada contestó con una graduación descendente. El último nada sólo lo oyeron los labios con que fué pronunciado.

Las noches de estío, esas noches de Julio y Agosto en Sevilla, en que el calor es sofocante, acude un público bastante numeroso al paseo del Salvador en busca de alguna agradable brisa; allí se pasa las horas tranquilamente el desocupado, viendo á los corros de niños que juegan, á la gente joven que pasea, á los viejos que dormitan ó á los que toman sorbetes y refrescos en los puestos de agua, siendo aquel, campo muy aproposito para conquistas de niñeras y criadas de servicio que incautamente creen en las promesas de chicucos domingueros y militares sin graduación.

Las pasiones son las mismas, solo varian por su forma, ó mas bien por la graduacion de intensidad, y por el modo de dirigirse á su objeto. Son entónces mas delicadas, pero no ménos temibles; pues que esa misma delicadeza contribuye á que con mas facilidad nos seduzcan y extravien.

León, y a todos contestaba; era militar retirado aunque no muy viejo, no pasando de los cincuenta a mucho estirar: su graduación en el ejército era materia de arduas y prolongadas discusiones en el colegio: mientras unos le hacían capitán o comandante, otros no le dejaban pasar de sargento, y estaban en lo firme.

Muy mal parado estaba el infeliz Elías; y ya se encomendaba á Dios con toda su alma, cuando la inesperada llegada de un nuevo personaje puso tregua á la cólera de sus enemigos, salvándole de una muerte segura. Era un militar alto, joven, bien parecido y persona de noble casa sin duda, porque, á pesar de su juventud, llevaba charreteras de una alta graduación.

Por de pronto nadie ignora que esto sucede cuando median ciertas distancias, pues que el uno ve con toda claridad lo que el otro ni siquiera divisa; para el uno es superficie, lo que para otro no llega á ser ni un punto. Todos experimentamos á cada paso la gran variedad de magnitud en los objetos, cuando nos ponemos ó quitamos los anteojos, ó los tomamos de diferente graduacion.

Esto lastimó el amor propio de Olmedo más que si su amigo le hubiera llenado de insultos, porque todo lo llevaba con paciencia menos que se le rebajase un pelo de la graduación de perdis que se había dado. Le supo tan mal la indulgencia de Rubín, que salió tras él hasta la puerta, diciéndole entre otras tonterías: «¡Valiente hipócrita estás ... narices! Estos silfidones, a lo mejor la pegan».

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando