United States or Slovenia ? Vote for the TOP Country of the Week !


La marquesa le interrumpió: Ríete cuanto quieras, como te ríes de todo; este es un privilegio que la naturaleza te ha dado, como al sol el de brillar. Pero sabed, don Federico, que ese nombre, tan ridículo a los ojos de mi sobrino, es uno de los más ilustres y más antiguos de España. Debe su origen a la batalla de las Navas de Tolosa...

Los Elíseos, los Paraísos, los Empíreos de otras religiones sólo abren sus puertas a los magnates, a los príncipes, a los sabios, a los guerreros y a los ilustres; mientras que nuestro cielo es el cielo de los pobres, de los humildes, de los pacíficos y de los mansos.

El virreinato se dividió en siete intendencias, y éstas en distritos o subdelegaciones. Estableciéronse la Real Audiencia del Cuzco y el tribunal de Minería, repobláronse los valles de Víctor y Acobamba, y el ejemplar obispo Chávez de la Rosa fundó en Arequipa la famosa casa de huérfanos, que no pocos hombres ilustres ha dado después a la república.

Con los demás gastos que originó este regalo gastáronse trece mil cuatrocientos catorce mrs. Bien verá usted señor Doctor que no llegan estas comilonas de Sevilla al punto que otras famosísimas, por usted y otros ilustres ingenios dadas á luz.

El autor del libro de que voy aquí á dar cuenta, ha venido á colocarse á no poca altura, en compañía de tan ilustres críticos y eruditos.

En Italia la pintura despliega esplendidez extraordinaria, aun en los templos es alegre y eminentemente decorativa, y además de verse empleada y protegida por la Iglesia lo es tanto o más por las familias ilustres, los grandes señores y los Gobiernos de las pequeñas Repúblicas.

Este período sirvió para demostrar que los hombres ya habían dado de todo lo que podía esperarse de ellos. El mundo estaba condenado á una guerra eterna. El egoísmo, la acometividad y la astucia se habían convertido en virtudes políticas, y los pueblos eran tanto más ilustres y gloriosos cuanto más cínicamente las ponían en práctica. No quiero insistir en las miserias de aquel período.

Bien dijo entonces: «Para sólo nació don Quijote y yo para él...» Bien dijo entonces, asimismo, como alguien le tildara de envidioso: «Descríbaseme la envidia, que yo no la conozco». En cambio, otros, y bien ilustres, la conocían por él... No estaba todavía muerto, no, pues que pensaba... Y sintió que se abría una puerta y entraban en tropel, como legión de espectros, conocidísimas figuras...

«Contemporáneo de los ilustres sevillanos que dejamos mencionados, émulo de ellos por su saber y por sus cultas aficiones, fué el ilustradísimo malagueño Don Adan Centurión, cuya memoria ha ilustrado con interesantes datos biográficos el docto escritor Dn. Antonio Aguilar y Cano, al cual debemos los siguientes datos

Tal cual es, si no de apariencia muy bella, a lo menos ofrece comodidad a los transeúntes, que no se mojan más que cuando quieren pasar de una acera a otra. Y ciertamente que anduvieron precavidos sus ilustres fundadores, pues en punto a llover firme y acompasado, no hay población en España que le pueda alzar el gallo a nuestra villa.