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Toda la falsa energía del alcohol había desaparecido de golpe, y Torrebianca estaba allí, ante su vista, con un aspecto que hacía recordar el de una envoltura de goma súbitamente deshinchada. Necesito que me oigas dijo levantando hacia su amigo unos ojos humildes é implorantes . eres lo único que me queda en el mundo, la sola persona que me quiere... y por lo mismo me debes la verdad.

«Ana decía que acaso estaba loca, pero que aquello no era nuevo en ella; que muchas veces le había sucedido en medio de espectáculos que nada tenían de religiosos, sentir poco a poco el influjo de una piedad consoladora, lágrimas de amor de Dios, esperanza infinita, caridad sin límites y una fe que era una evidencia.... Un día después de dar una peseta a un niño pobre para comprar un globo de goma, como otros que acababan de repartirse otros niños, había tenido que esconder el rostro para que no la viesen llorar; aquel llanto que era al principio muy amargo, después, por gracia de las ideas que habían ido surgiendo en su cerebro, había sido más dulce, y Dios había sido en su alma una voz potente, una mano que acariciaba las asperezas de dentro.... ¿Qué sabía ella?

El caucho, factor esencial hoy en la vida industrial moderna, fué primeramente utilizado por los nativos de América en algunos usos domésticos, pues se servían de él para cubrirse, para carenar botes y para hacer cierta clase de botellas y vasijas. Del nombre caucho, de la palabra indígena cachuchu, viene la palabra caoutchouc que fué la primera aplicada a la goma elástica.

Los discursos son originales y chispean de la gruesa sal gala; luego viene el bautismo que consiste en recibir sobre la cabeza una poca de agua sacada de una enorme pila de goma y sufrir un simulacro de afeite. Pero en seguida la cubierta se convierte en la azotea de nuestros antiguos cantones de carnaval. El agua corre a torrentes, los golpes se suceden, la algazara llega a su colmo.

En aquellos momentos necesitaba mucho aire. Tablas dio algunos pasos hacia ella, y echándose ambas manos a la estrecha cintura, se meneó a un lado y otro como muñeco de goma, y escupió estas palabras: ¡Cristo!... si habré dicho alguna vez que no quiero clerigones en casa.... ¿Por qué los has recibido? Pimentosa echó mano de un abanico y replicó así: Porque me ha dado la real gana.... En paz.

Por mucho que lloviese, Novillo no dejaba de venir a la Rúa Ruera, bien provisto de chanclos de goma, polainas de cuero, un impermeable con capucha y, además, un paraguas abierto. Se guarecía en un portal, y allí montaba la centinela a la soberana de su corazón. ¿Qué habría sucedido ahora?

Un carruaje estará siempre á tus órdenes, y mis criados lo son tuyos á la vez. Ni la casa, ni el carruaje, ni toda la obstentación que te ofrezco, te asombren ni te acobarden; soy el mismo Fulano de la villa..., el que te debe dos reales y medio y unos tirantes de goma.

Paróse un poco á reflexionar, y dándose un puñetazo en la frente, exclamó para : «Así se llamaba uno que estudió conmigo latín; aquel madrileñito que estaba de temporada en la villa, adonde había ido su padre á tomar aires.... Pero no es posible.... Aquel chiquillo tan enclenque y enfermizo que me sacaba los significados, no puede haber subido tan alto.... No, señor.... Y ahora que me acuerdo, no me envió los tirantes de goma que me ofreció para cuando llegara á Madrid, por haber cargado yo con la culpa de esconder las disciplinas del dómine, ni me pagó nunca dos reales y medio que le presté.... ¡Si fuera él!...»

Nosotros hallamos por casualidad el árbol de donde sacan la goma guta, ó gutagamba, que es una goma de color amarillo muy fino. El árbol alto, no muy grueso, la hoja semejante á la del laurel. Descúbriose este árbol dando algunas cortaduras por entretenimiento en la corteza de uno de esta especie. Luego salió por el corte la goma líquida, la cual pronto se cuaja en goma como se ve en las boticas.

Contra la lluvia que cae sobre ella más de las tres cuartas partes del año no se conocían entonces otros preservativos naturales que el paraguas y las almadreñas. Poco después vinieron los chanclos de goma y recientemente también se introdujeron los impermeables con capuchón, que trasforman en ciertos momentos a Lancia en vasta comunidad de frailes cartujos.