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Su genio é inventiva, su fácil exposición y su fecundidad casi increible, lo hicieron pronto dueño absoluto del teatro; otros poetas de valía no se desdeñaron de seguir la senda trazada por él, y en corto tiempo fijó de tal suerte esta escuela el fondo y la forma de todas las especies dramáticas, que el gusto nacional no consintió ya en las tablas ninguna obra de distinta índole.

A veces suele verse algún viejo barquillo atado con una cadenita á una rama cualquiera, ó á una estaca clavada en la orilla; casi siempre está medio sumergido en el agua; indudablemente en otro tiempo sirvió á algún pescador, pero ahora sus tablas están desunidas, el agua penetra por todas partes y los únicos navegantes que se aventuran á utilizarla son los malos estudiantes en los días que hacen novillos; poniendo cada uno de los pies sobre una de las bordas, adelantan con precaución para mantener el equilibrio; luego, apoyándose en el bichero, empujan la casi deshecha embarcación al medio de la corriente, y, de un salto vigoroso, alcanzan la opuesta orilla; á veces se quedan cortos y caen sobre el barro, pero la travesía, bien ó mal, se ha realizado y se marchan alegres á continuar sus proezas por el monte.

Pocos meses antes, los mismos objetos y muebles que allí había estaban limpios y ordenados: ahora el polvo velaba las tablas del aparador, grandes manchas de grasa afeaban las puertas a la altura de las manos, los visillos blancos del balcón parecían grises, los cojines en que don José apoyaba las piernas estaban medio destripados en el suelo, y el mugriento hule que servía de tapete a la mesa mostraba descosidas y colgando hasta la estera las tiras de su ribete de trencilla.

Pero cuando se terminó el espectáculo y el pequeño telón bajó sobre las reducidas tablas, Melisa suspiró profundamente y se volvió hacia la grave cara del maestro, con una sonrisa apologética y cansado gesto. Ahora, vámonos a casa insinuó. Y bajó los párpados de sus negros ojos, como para ver una vez más la escena en su imaginación virgen.

Los puestos a medio armar en toda la acera desde los portales a San Isidro, las baratijas, las panderetas, la loza ordinaria, las puntillas, el cobre de Alcaraz y los veinte mil cachivaches que aparecían dentro de aquellos nichos de mal clavadas tablas y de lienzos peor dispuestos, pasaban ante su vista sin determinar una apreciación exacta de lo que eran.

En vano Tablas llenaba de aguardiente los cuerpos de uno y otro mandadero, sin olvidar la conquista de los alcaides por medio de merendonas y duros; en vano se hacían trabajos en esfera, más alta, dirigidos a ablandar o corromper a sujetos de mayor categoría. Tantos esfuerzos reunidos dieron al fin el resultado feliz que todos deseaban; pero hay indicios seguros de que el Sr.

Será viejo como yo dijo Carnicero tomando la copa . Pues brindo.... Las tres copas chocaron con alegre campanilleo, debido principalmente al temblor del pulso de D. Felicísimo. Brindo por la felicidad de España. Que ya está segura. Otra copa. Hombre.... Otra. Orejón llenó obra vez las tres copas, con no poco sentimiento de Tablas, que alejado por el respeto, contemplaba las mermas de la botella.

Primero llegaron mis guías, descargaron las bestias, las aseguraron bien y con las tablas de un cajón de comestibles, al que diéramos fin esa tarde, hicieron un buen fuego. Nos preparábamos a cenar, yo un tanto retirado de los peones, que nunca pudieron vencer su humildad y cenar junto conmigo, a pesar de mi invitación, cuando desembocó por un recodo mi caballero de la ardiente armadura.

Se proveían por entonces los pilotos de unas efemérides perpetuas de la declinación del sol, deducidas de las Tablas Alfonsinas, con las cuales y la altura meridiana calculaban la latitud con error que podía llegar á dos grados.

Un segundo empujón, y una de las tablas se partió por en medio; por la rendija, un rayo de luz se filtró en la semiobscuridad del corredor. Déjeme mirar por allí dijo el doctor, el cual, esperando lo peor, había recuperado su serenidad y su sangre fría. Hellinger arrancó algunas astillas de madera, de manera que, por la abertura, se pudiera ver todo el cuarto.