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Actualizado: 8 de julio de 2025


9 Cuando [yo] subí al monte para recibir las tablas de piedra, las tablas del pacto que el SE

Hubo que abandonar un navío, que, «agujereado y comido de gusanos, no podía sostenerse sobre el agua», y los otros dos, al llegar con grandes trabajos a las playas de Jamaica, fueron zabordados a tierra, convirtiéndose en casas o fortines de tablas corroídas.

Las hormigas que viajaban sobre las tablas se hacían raras; el movimiento cesaba en tierra, cuando por uno de los boquetes de la cubierta apareció la cara sudorosa y ennegrecida de uno de los contramaestres, quien, levantando en alto un candil, gritó con voz de trueno: «¡Du charbon, sang-Dieu!

A la mañana siguiente, el criado que vino a despertarle quedose perplejo. Su señor no se había quitado las ropas para dormir. Pasaron los días, largos días de prisión, que él acortaba con la lectura, o pintando al óleo, con asombrosa destreza, sobre tablas de nogal, figuras de Vírgenes y de Santos. El Canónigo venía a visitarle a menudo y le incitaba siempre a que abrazara la carrera eclesiástica.

Recordando el rigor, con que la Inquisición llevaba á cumplido efecto sus sentencias, es de suponer que los dramas de Naharro, desde que aparecieron en el índice de los libros prohibidos, desaparecieron al pronto de las tablas, y después poco á poco de la memoria de los lectores.

Las marismas reunidas sobre la cubierta a proa callaban y mis compañeros, excepto Julia, dormitaban sobre las tablas caldeadas, al abrigo de la vela extendida a popa formando carpa. Nadie se movía a bordo. La mar estaba quieta como una masa de plomo a medio fundir. El cielo límpido y descolorido por el resplandor del sol de mediodía reflejaba sobre el agua como en un espejo empañado.

Como el calor sofocaba, habíanles puesto la mesa en el jardín, dentro de un aposento formado de tablas con dos grandes ventanas al campo. Y sin ceremonia alguna, en medio del bullicio y la alegría, sentóse cada cual donde bien le pareció.

Hay sobre todo un paraje, llamado la Garganta de Pelochate, que es digno de los honores del pincel y de la fotografía. Allí se despeña rapidísimo un espumoso río por planos inclinados de formidables rocas, sobre las cuales se eleva á extraordinaria altura cierto viejo y gastado puente de tablas, atravesando el cual no puede uno menos de encomendar el alma á Dios.

Por fin, a un nuevo grito del contramaestre, el baile cesó, restableciéndose el silencio como por encanto, y las hormigas volvieron, un momento después, a trepar laboriosamente las tablas, cargadas con sus pesados canastos y proyectando, bajo las ondas de luz, las negras figuras de sus cuerpos sobre la vaga sombra que cubría el suelo. ¡Los negros!, he ahí el mal terrible de la Martinica.

¡Y está sangrando el canalla! dijo la Pimentosa lanzando de su boca esas chispas de risa que saltan entre las llamas de la ira iluminando el rostro . Parece un Decehomo. No es nada, no es nada dijo Tablas llevándose a la frente un pañuelo que le dio el fenómeno. Rumalda gritó la giganta , baja y trae un poco de vino y aceite.

Palabra del Dia

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