Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 24 de mayo de 2025
Partió ayer, como te dije, por el ferrocarril del Havre ... Se ha ido á digerir su fastidio en la orilla del mar ... Se ha dado el golpe mortal ... Le permito vivir, declaró magnánimamente la señorita Guichard, á condición de que, en adelante, permanezca en su puesto ... ¿Y qué remedio tiene? Has cortado las garras á ese león y ya está domado ...
El cangrejo corrió por las piedras, abrigándose en sus sinuosidades. El pulpo ya no nadaba; corría también como un animal terrestre, subiendo por las rocas con sus garras armadas, que le servían de aparatos de locomoción.
Aceptado, y basta de charla, dijo Tristán adelantando el pie izquierdo, echando hacia atrás el cuerpo y abriendo y cerrando las enormes manos. El arquero, aunque de estatura mucho menor, tenía músculos de acero y era luchador experto. Acercóse con cauto paso á su adversario, que le miraba con ceño, erizada la roja cabellera y pronto á asirle entre sus garras.
Tendido entre las patas del caballo, En vez de sangre revolcado en vino: Tales son tus proezas, vil lacayo; Tales tus hechos son, vil asesino. Escoria de la fragua de los vicios, Tahur, ladron, borracho y asesino! Tu eterno compañero es el suplicio; Traicionar á los libres, tu destino. Ojos de gato, lengua de serpiente, Garras de tigre, boca de lagarto!
A pesar de que la gente pensaba que no había peligro para la niña, producía una horrible impresión ver las grandes y peludas garras del animal sobre las espaldas débiles de la niña. Después del número sensacional que no entusiasmó al público, entró la mujer en la jaula del león. La fiera debía estar enferma, porque la domadora no halló medio de que hiciese los ejercicios de costumbre.
Bonifacio vio dos actos de La Extranjera la noche del estreno, y con un supremo esfuerzo de la voluntad se arrancó de las garras de la tentación y volvió al lado de su esposa, de su Emma, que, amarillenta y desencajada y toda la cabeza en greñas, daba gritos en su alcoba porque su esposo la abandonaba, acudiendo tarde, muy tarde, media hora después de la señalada, a darle unas friegas sin las cuales pensaba ella que se moría en pocos minutos.
Es abundante el país de frutas silvestres y de fieras, una de las cuales es el famacosio; tiene éste la cabeza de tigre, en el cuerpo se parece al mastín, bien que no tiene cola; es más feroz y ligero que ninguno de los otros animales, de suerte que ninguno se puede escapar de sus garras, y si alguno para defenderse de él se sube á algún árbol, se juntan muchos en un momento, caban la tierra y arrancan las raíces hasta que caiga el tronco.
¡Oh, amada Filipinas! inculpa á tus riquezas, á tu hermosura, la inmensa desgracia que pesa sobre tus fieles hijos. Has despertado la ambición de los imperialistas y expansionistas del Norte de América, y unos y otros han echado sus afiladas garras sobre tus entrañas! ¡Madre amada, madre querida, estamos aquí para defender tu libertad é Independencia, hasta morir!
Ibamos escalando el monte, deprisa, huyendo del agua. Llovía cada vez más fuerte, cuando llegamos cerca de la cueva de la Egan-suguia. Entremos aquí dijo Mary, que, después de las lágrimas, había quedado sonriente y de buen humor. Ahí, mi querida Mary le dije yo , hay, según dicen, una gran serpiente con alas, con garras de buitre y cara de mujer, que se llama Egan-suguia. ¿Y qué hace?
¡Don Benito!... exclamó mi tío, con un gesto de impaciencia. ¡Eh! Sí, señor... su dinero... ¡y es una vergüenza ese casamiento, una gran vergüenza! Usted va a ser el hazme reír del mundo. Usted, que ha salido de las garras de una mujer absurda, va a caer en las manos de... ¡Don Benito!... interrumpió mi tío Ramón.
Palabra del Dia
Otros Mirando