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Actualizado: 1 de junio de 2025


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Pues bien; mientras vos estábais entregada á vuestra felicidad, Dios ha salvado de una manera extraordinaria á Margarita de Austria. ¡Salvado! Sin la misericordia de Dios, su majestad hubiera sido villanamente asesinada. ¡Asesinada! Quevedo contó punto por punto á los dos esposos la tentativa de asesinato contra la reina, y el modo extraño y providencial de su salvación.

Cuatro días pasaron así, cuando Isidora salió para ir, según dijo, a casa de su procurador, y como al otro día y al siguiente repitiese el mismo viaje, los esposos se alarmaron y dieron en creer que Isidora no merecía la caritativa hospitalidad que le habían dado.

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El tipo, en fin, era el del habitante antiguo de aquellos lugares, no mezclado para nada con la raza conquistadora. Llamábanle el tío Francisco. Era el modelo de los esposos y de los padres de familia.

El duque de Carvajal, que era un hombre práctico, había añadido al contrato las dos cláusulas siguientes: primera, que la Condesa se obligaba a no volver a casarse; y segunda, que, en caso de muerte, todos sus bienes, tanto de España como del reino de Napóles, pasarían a ser propiedad de su hermana. No admitimos semejantes condiciones dijeron a la vez los prometidos esposos.

Con tales mejoras, con tan buenos consejos y con el ameno trato de donna Olimpia, el rey estaba cada día más prendado de ella. El nacimiento de un Principito puso el colmo a la ventura de amantes esposos. Pero el rey enfermó y creyó a pies juntillas que era llegada su última hora. No había que vacilar ni que retardarse.

Entre esposos debe haber siempre la mayor confianza, ¿no es eso? En cuanto hay secretos, adiós paz del matrimonio. Pues bueno; ella quería leer de cabo a rabo ciertas paginitas de la vida de su esposo antes de casarse. ¡Como que estas historias ayudan bastante a la educación matrimonial!

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