Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 1 de junio de 2025


Pues yo, señorita, me acuerdo de usted en aquel tiempo como si la tuviera delante de los ojos. ¡Qué divertida y jaranera era usted! Donde usted estaba no podía haber mal humor, y en todos los horuelos y esfoyazas se aguardaba á la señorita Laura como al agua de Mayo. Oía decir en mi casa y en todas partes que no había corazón como el suyo: así que la quería más que á ninguna de sus hermanas.

, era feliz, lo era más de lo que él mismo hubiera podido decir mientras el break que había ido a buscarle, a él y a otros convidados, rodaba hacia Argicourt. En primer lugar, adoraba el Rally-paper, una cacería tan divertida, en la que la caza no da distracciones. Además el barón era un excelente camarada, sencillo, cordial y de una amabilidad perfecta.

Lucía, que era aficionada á hablar, soltó la tarabilla y prosiguió diciendo: ¡Pobre Clara! Figúrese V. lo divertida que estará. Yo no lo dudo; ella se irá al cielo; pero ¡qué! ¿no puede ir uno al cielo con menos trabajo?

Voy a su entierro... Con la esperanza de verla aún con vida, acabo de desembarcar en esa playa. Y con vida la encontrará, señor. ¡Muy bien puede salir engaño cuanto cuenta Andreíña! Como es sorda nunca está al cabo de lo que pasa por el mundo. ¡Y hay mucha gente divertida que le dice engaños porque luego ella los vaya pregonando! ANDREÍ

Si me atreviera á dar mi opinión, diría: «Que parta solaLa partida en compañía, divertida y agradable al principio, suele tener consecuencias bien distintas. La ociosidad de los baños produce con harta frecuencia resultados imprevistos que hay que lamentar toda la vida.

Con estas disposiciones se forjaron tantas mentiras, y se formaron espedientes para acreditarlas. Los casos mas inverósimiles, los sucesos mas extraños, las declaraciones evidentemente falsas y absurdas, encontraban siempre testigos, y un escribano para certificarlas. El que quisiera recopilar estos embustes, formaria una obra voluminosa, y talvez divertida.

Después, mi tío Celso, el alma y el centro de todo cuanto le rodeaba, con su energía indomable, sus cuchufletas singularísimas, su atención siempre fija en el modo de hacerme, ya que no divertida, llevadera la vida en su casa, y los cuidados a que me obligaban el parentesco y la gratitud para velar por él con especial esmero durante el tiempo de las humedades y de los grandes fríos, en el cual, según dictamen del médico, corría su vida los mayores peligros, por la índole de la enfermedad que padecía.

El poeta, pues, tiene en su mano los diversos hilos de este enredo: la rivalidad del Conde, del Duque y de César; el interés del último en no ser conocido del Conde, que lo cree muerto; después, la inclinación de Margarita á César, en lucha con su amistad á Serafina, etc.; pero estos diversos resortes no sirven, como sucede con frecuencia en las comedias de capa y espada, sólo para urdir una fábula divertida é interesante, sino para distinguir los caracteres y pasiones, en sus diversas fases, y ofrecernos un cuadro, en el cual se confunden, con las tintas más tenues, el amor y los celos, la tristeza y la risa, las ilusiones y la prudencia mundana; brillando, además, sobre todo este conjunto, el mágico resplandor de la poesía romántica más pura.

Se aplicó el dorso de la mano a una y otra mejilla y volvió a reír. Parecía realmente divertida con los celos de Adriana. Aunque todas aquellas manifestaciones eran raras en su carácter de ordinario sereno y dulce, Adriana no pudo advertir, por el momento, nada de anormal. No cabía en de júbilo.

Prometía la cena del miércoles ser muy divertida, amenizándola con sus chistes un criado muy gracioso que tenía don Andrés y que hacía en todas las procesiones el papel de Longino, soldado fanfarrón y galante antes de dar la sacrílega lanzada y ciego después, que persigue al lazarillo, el cual se le escapa y le hace en las procesiones mil burlas y perrerías.

Palabra del Dia

ayudantes

Otros Mirando