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Decían malas lenguas que al hacerse la ropa juntaba los pedazos y se los cosía en la misma piel; también decían que comía alcanfor para conservarse, y que estaba, forrada en cabritilla. Boberías maliciosas son estas de que los historiadores serios no debemos hacer caso.

Salieron del goteroso Pazo cuando ya anochecía, y sin que se lo comunicasen, sin que ellos mismos pudiesen acaso darse cuenta de ello, callaron todo el camino porque les oprimía la tristeza inexplicable de las cosas que se van. Debía el sucesor de los Moscosos andar ya cerca de este mundo, porque Nucha cosía sin descanso prendas menudas semejantes a ropa de muñecas.

Petra le consoló y le mimó, dándole algunos besos, que fueron los hierros con que le esclavizó para siempre. De allí en adelante mostrose muy benévola hacia él; le cosía con esmero cualquier rotura que hubiese en su vestido; le pegaba los botones y le arreglaba la corbata; cuando venía despeinado, con sus propios peines le aliñaba el pelo.

Juanita cosía o bordaba; pero como esto se hace con las manos, su lengua quedaba expedita y charlaba más que una cotorra. Yo añadía Juana la Larga no coso ni bordo de noche, porque tengo la vista perdida, y así estoy mano sobre mano o paso las cuentas de rosario y rezo. Si alguna vez está usted de mal humor, podemos echar juntos cuatro o cinco manos de tute, que yo que a usted le agrada.

Tomando la sillita baja, que usaba cuando cosía, la colocó junto al balcón. Le dolía la cintura y al sentarse exhaló un ¡ay! Para coser usaba siempre gafas. Se las puso, y sacando obra de su cesta de costura, empezó a repasar unas sábanas.

Por las noches entraba Maltrana en casa cada vez más tarde. La tímida Feli había tenido que vencer su miedo a las habitaciones desiertas, a las terroríficas imágenes del señor Vicente. Cosía hasta más de las once a la luz de un quinqué comprado en el Rastro. El señor Vicente, al volver a su habitación y ver luz por debajo de la puerta, tocaba discretamente con los nudillos.

Crecía este de punto porque mientras que don Paco estaba jugando al tute y Juana le acusaba las cuarenta, Antoñuelo se sentaba muy cerca de Juanita, en el otro extremo de la sala donde ella cosía, y ambos cuchicheaban con mucha animación y en voz tan baja, que don Paco no podía pescar ni palabra de lo que decían.

La madre... ¿ves aquella risita falsa?, pues es terrible. No puede entrar en su casa una muchacha regular; en seguida abrasa al marido a celos. Esta chica que les cosía no pudo aguantar.... Allí no hay nadie bueno sino la chiquilla mayor. Nos dio dulces una vez... es bien natural respondió Amparo, que sintió cruzar por su espíritu la visión de la noche de Reyes. ¿Esa?

Pero esa mujer halla abiertas un dia las puertas de su casa; sale á la calle, la permiten salir; habla, piensa, obra; oye pensar, ve hacer; entra en la revolucion de las opiniones y de los derechos; la nueva moral la auxilia; la nueva religion la llama; se asocia, por fin, á la vida pública; por fin, se asocia; siente este vínculo, siente la relacion social, como antes sintió el cariño á la aguja con que cosia: comprendiendo y sintiendo la razon que la une á un pueblo, á una raza política, comprende y siente por intuicion lógica las razones que existen para que una raza se asocie á otra raza; para que un pueblo llame hermano á otro pueblo, y de escala en escala, de idea en idea, de emocion en emocion, de regocijo en regocijo, de dignidad en dignidad: ¡! de virtud en virtud, de alteza en alteza, en su cerebro y en su corazon se va criando una figura alentada y noble, una síntesis que no es otra cosa, en resúmen, que la idea y el sentimiento de su propio sér, extendido á toda su esfera, á su magnánima nacionalidad; á la nacionalidad de un poder que creó para un mundo un cielo y una tierra.

Pero ya no era ella sola la que cosía, y armaba lazos, y los probaba en diferentes lados del gorro de recién nacido: Adela súbitamente se había convertido en una gran trabajadora. Ya no saltaba de un lugar a otro, como cuando juntas conversaban hacía un rato ella, Ana y Lucía, sino que había puesto su silla muy junto a la de Ana. Y ella también, iba a estar sentada al lado de Ana toda la tarde.