Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 1 de junio de 2025


Inmediatamente me llegué al Duque y tomé su brazo, a pesar del gesto avinagrado que puso, y entramos en la antecámara como buenos hermanos. Hizo Miguel un ademán y se adelantaron tres hombres. Estos caballeros dijo el Duque con la más graciosa y perfecta cortesía, son los más leales y adictos servidores de Vuestra Majestad, a la vez que fieles amigos míos.

En la última escena asistimos á la recepción de Alfonso de Castilla, recién llegado á Nápoles, que ha de casarse con la Reina; suscítase entonces en la antecámara una disputa entre los caballeros, porque Roberto ha sabido las astucias de Lisardo, y le pide satisfacción de ellas; pero la Reina interviene y explica lo ocurrido, por cuya razón se aplaca Roberto, conviniendo en que su adversario se case con su hermana.

Y se lo he dicho en la misma antecámara de su majestad la reina, donde estaba de servicio, donde nadie nos oía, donde no nos veía nadie, donde doña Catalina ha podido juzgar, por pruebas indudables, de la sinceridad de mis palabras. ¿No es verdad, señora? , , don Francisco, es verdad dijo la de Lemos, poniéndose ligeramente encarnada.

Al abrir la puerta de mi antecámara vimos a Federico de Tarlein, vestido y reclinado en el sofá. Parecía haber dormido, pero nuestra entrada lo despertó. Incorporándose vivamente me dirigió una mirada y con un grito de alegría se arrodilló a mis pies. ¡Gracias a Dios, señor, que os veo sano y salvo! exclamó, procurando asir mi mano. Confieso que me sentí conmovido.

Esto se preguntaban todos los ojos y esto excitó todas las curiosidades, mientras los doce Grandes que aún quedaban por cubrir leían sus discursos y terminaba la ceremonia. Levantóse al fin el rey, y con la cabeza descubierta dio una vuelta a la antecámara, hablando y saludando a todos los Grandes.

La venida al mundo de un Febrer era un acontecimiento del que se hablaba en toda la ciudad. La gran dama parturienta permanecía recluida en su palacio cuarenta días, y en todo este tiempo las puertas estaban abiertas, el zaguán lleno de carrozas, la servidumbre formada en la antecámara, los salones llenos de visitas, las mesas cubiertas de dulces, bizcochos y refrescos.

Tizona, viendo cerradas las verjas, a riesgo de matarse, escaló una ventana: Infolio, dijo tan admirables cosas propias y ajenas, colocándose ante la puerta, que sus hojas, dejándole paso, se abrieron solas, y entonces Lepe se coló dentro astutamente. A los pocos momentos estaban en la antecámara del ídolo.

Además, no he perdido el tiempo; como he estado esperando en la antecámara del rey á que saliese el duque de Lerma, á quien esperaba también el secretario Santos para recoger la provisión firmada por el rey, he visto algo bueno. El padre Aliaga no preguntó qué era lo bueno que había visto, á pesar de que Alonso del Camino se detuvo esperando esta pregunta.

Y... oíd: hacedme la merced de decir á doña Beatriz de Zúñiga que entre. No quiere quedarse sola murmuró la joven saliendo ; ¿qué misterio será éste? Y llegando en la antecámara á una hermosa joven que, acompañada de otras tres reía y charlaba, la dijo: Doña Beatriz, la señora camarera mayor, os llama.

Al lado de Montifiori contemplaban el baile dos caballeros más, el viejo Ministro de Estado doctor don Bonifacio de las Vueltas, político ducho, orador brillantísimo y eficaz, gran brujuleador de cámara y antecámara, fina inteligencia, blanca erudición, débil y bondadoso, embrollón como una modista de alto tono, pero de una intachable honradez privada.

Palabra del Dia

rigoleto

Otros Mirando