Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 28 de julio de 2025
Uno solo, el bufón, el tío Manolillo, había adivinado el secreto del confesor del rey, y esto en vagas y fugitivas señales, cuando los celos devoraban al religioso, al oír decir al rey: Fray Luis, rogad á Dios por la vida de mi muy amada esposa; anoche su majestad me ha revelado que está encinta. Dos veces que el rey dijo esto al padre Aliaga, fué en presencia del tío Manolillo.
¡Un falso testimonio! si yo no supiera de seguro que mi mujer es amante del sargento mayor don Juan de Guzmán ¿por qué había de estar desesperado? ¡Don Juan de Guzmán! exclamó el padre Aliaga, poniéndose pálido ; yo conocí á un Juan de Guzmán, soldado de á caballo; ¿qué edad tiene ese hombre? Más de cuarenta años, pero aparenta menos.
¡El tío Manolillo!... ¡el bufón del rey! exclamó aumentando en severidad el padre Aliaga . ¡Pero levantáos y seguid! ¡Sigamos, corriendo, volando, si pudiéramos! ¡Llevadme al lugar donde esa criatura va á morir, donde está muriendo acaso!
Poco tiempo después, su padre murió... luego su madre, después de cuatro años de viudez: sus hermanas se habían casado, sus hermanos se habían alejado del pueblo... me habían propuesto que los siguiese... pero yo tenía otros proyectos. ¡Buscar á Margarita! dijo Alonso del Camino. No dijo con acento severo el padre Aliaga ; buscar á Dios. ¿Os hicísteis entonces fraile? Sí.
Luego dijo con doble anhelo: ¡Pero mi padre!... ¡Tu padre!... dijo el bufón ¿quién sabe lo que ha sido de tu padre? Sentáos, hija mía, sentáos y escuchadme dijo el padre Aliaga. Dorotea se sentó, y esperó en silencio y con ansiedad á que hablase el padre Aliaga, que se sentó á su vez en el sillón aquel que en otros tiempos había servido al padre Chaves para confesar á Felipe II.
Fray Luis de Aliaga, me habló de muchas cosas graves que no vienen á cuento... pero tened presente que mi buen confesor estaba solo conmigo. Interrumpióse el rey, y la duquesa, por toda contestación, volvió á abrir desmesuradamente los ojos. Estaba solo conmigo y encerrado continuó el rey , ¿entendéis bien, duquesa? solo conmigo y encerrado... Sí, sí, señor, entiendo á vuestra majestad.
Es que todo está entonces echado á perder... porque... de seguro... al no recibir contestación de su excelencia la madre abadesa... le escribirá de nuevo... se descubrirá... ó se creerá descubrir que yo he hecho mal uso de su carta... desconfiará de mí el duque... Esperad dijo el padre Aliaga.
Aquí tenéis dijo como quien se apresura á dar una noticia agradable la provisión de capitán para el señor Juan Montiño. No era ya tiempo de tapar la boca al montero de Espinosa, y por otra parte, el padre Aliaga no se atrevía á dar ninguna señal de desconfianza al bufón del rey, que estaba en posición de verlo y oír todo desde detrás de la cortina de la alcoba. Tomó la provisión y la miró.
¿Quién viene con vos, tío? El confesor de su majestad el rey. ¡Ah! ¡El buen padre Aliaga! ¿Me conocéis? dijo fray Luis entrando en el mismo aposento en que en otra ocasión entró Quevedo con el tío Manolillo. Os conozco de oídas; delante de mí han hablado mucho de vos el duque de Lerma y don Rodrigo Calderón.
Esta solución le parecía a ella la muerte de todos sus ensueños... Era preferible quedarse en aquella indecisión, ante aquella perspectiva muy vaga, muy brumosa, donde podría resplandecer de pronto la luz de su vida. El matrimonio con Muñoz la aterraba. Para evitarlo pediría ayuda a las Aliaga y a Julio...
Palabra del Dia
Otros Mirando