United States or Sri Lanka ? Vote for the TOP Country of the Week !


Entonces fué mayor mi repugnancia por aquel hombre, y tuve desde luego tal convicción de que intentaría robarme, que durante toda la noche no pude despedir este pensamiento de mi mente, y abandoné el lecho muy temprano, cuando aún dormían en silencio amos y sirvientes. Con la primera claridad del amanecer, penetré en la capilla.

Tengo poder bastante para hacer completamente feliz la vida de esos animales: ellos por su parte me pagan cumplidamente, siendo mis cortesanos, y casi amándome: estoy seguro de que uno solo de mis perros me sea ingrato, y de que uno de mis conejos pretenda robarme o engañarme: las flores me recompensan de mis cuidados por ellas, dándome su fragancia y sus colores; y... en fin... y hablando formalmente, repito que nada me interesa en el mundo más que , que no me necesitas; y si no creyera en Dios y le temiera, hace mucho tiempo que... pero no hablemos de eso.

Si la perdiese, si se apartase de mi lado, me costaría la vida... Escúcheme usted bien... Estoy dispuesto a todo. A quien quisiera robarme mi dinero le recibiría a tiros; figúrese usted lo que haré con quien intente separarme de mi hija.

Los celos constituyen una pasión execrable, pero que no es tan difícil de vencer, después de todo. Yo también he tenido celos de Amaury. ¿? ¿Celos de Amaury, dices? repuso Antoñita bajando a su vez la frente; los tenía porque él venía a robarme a mi hermana y porque cuando vivía con nosotros mi prima sólo tenía ojos para él y ni siquiera se acordaba de que yo estaba con ellos.

Y su plan lo adivino ahora como si lo estuviera viendo ... Quiere robarme tu cariño ... Ha puesto á su sobrina como un cebo para cogerte en sus redes ... , ya lo que me vas á decir; la sobrina es encantadora ... ¡Al casarse con una joven, no se casa uno con su madre y mucho menos con su tía!

Don Carlos sacó de su cintura un revólver, apuntándolo contra el pecho de Manos Duras. Y tu un ladrón de novillos, al que todos tienen miedo no por qué. Pero si vuelves á robarme uno de mis animales, este viejo se encargará de hacerte justicia.

Yo entraré llorando, llorando mucho. Malo... Pues me desmayaré, diciendo que usted es un traidor que quiso robarme. Peor. Diga usted que se perdieron, que encontraron a lord Gray... No nombraré al inglés; eso jamás. ¿Por qué? Porque ahora, nombrar en casa a lord Gray y nombrar al demonio es lo mismo. Yo la causa, lord Gray es amado por una de ustedes.

Cuando regresábamos observé en aquel hombre extrañas señales que me infundieron sospechas: se mostraba taciturno, preocupado; examinaba con atención mis armas; dirigía miradas penetrantes en torno suyo; apenas comía. Recelé, en suma, que aquel hombre proyectaba robarme, tal vez asesinarme. Llegamos al anochecer a una miserable estancia, donde nos albergamos.

Tengo hijos en todas estas aldeas, a quienes no he podido dar mi nombre ... ¡Yo mismo no puedo contarlos!.... Y los otros bandidos, temerosos de verse sin herencia por mi amor a los bastardos, han tratado de robarme, de matarme ... Pero yo tengo siete vidas. ¡Todo lo pagó con sus lágrimas aquella santa!... ¿Dónde estaré? ¡Ya no se oye la campana!...

De todos modos, dame ese brazalete exigió salvajemente, apretando los dientes, agarrándola por un brazo y tratando a la fuerza de desprender el broche de la joya. ¡Suéltame! gritó. ¡Bruto! ¡Suéltame! ¿Vas a robarme, después de haberme insultado?