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En buen hora que se premien con jenerosidad y aun pródigamente los singulares y estraordinarios servicios que pueden prestarse en críticas circunstancias y por adelantos en las ciencias ó descubrimientos útiles en la agricultura, industria y navegacion; pero nunca se premien con infraccion de la ley: y esos premios sean puramente personales, y se fenezcan con la muerte del poseedor.

A la persecucion que estos sufrian bajo los mas ilustres y poderosos califas, agregábanse para aumento de sus tribulaciones las escisiones funestas que á cada paso se declaraban dentro de su Iglesia y Estado, donde algunos personages ambiciosos y ciertos prelados sin , lobos en su propio rebaño, por granjearse el favor y las mercedes del rey y de la corte, promovian la celebracion de conciliábulos, mas bien que concilios, contra los mártires, la deposicion de los buenos obispos, la imposicion de gabelas y tributos estraordinarios que empobrecian las iglesias y las haciendas de los particulares mas acomodados, la destitucion de los mozárabes que el califa tenia á su servicio, la afliccion en suma, la miseria y la ruina, la diseminacion y destruccion de esa pobre grey que estaban llamados á regir y defender.

Levantábanse á las dos de la noche á rezar maitines y laudes, y despues no se volvian á acostar, sino que se empleaban en la oracion, la meditacion y el estudio; dormian vestidos, y solo se les permitia al acostarse mudar de calzado: en el refectorio se les servian únicamente dos viandas, que eran frutas ó verduras, y pescado, para que el que no pudiese comer de la una comiese de la otra; prohibíaseles absolutamente el uso de las carnes , y en cuanto á la bebida, que era el agua pura, regia una costumbre muy digna de ser observada: solo cuando habia obras ó ayunos estraordinarios, se les consentía beber entre comidas, y entonces, reunida toda la comunidad antes de entrar al rezo de las completas, daba el abad su bendicion, y el que tenia sed, bebia.

Esta reclusion por librarse de los tributos prueba que solo los pagaban cuando salian al público libres de toda estorsion si la enfermedad ó la pobreza los obligaba á mantenerse ocultosDe los tributos estraordinarios impuestos á los infelices Cristianos en tiempo de la persecucion sarracena se hablará mas adelante.

Sabed que á sus ojos no sois sino despreciables reos de sedicion, y que no hay en vuestro martirio lances estraordinarios que merezcan interrumpir las ocupaciones ni los ocios favoritos de los magnates. ¿Es acaso mas interesante vuestro suplicio que una batida en la sierra, ó una partida de ajedrez en palacio, ó que la recepcion de una embajada importante y lujosa como la de los legados de Teófilo, ó que la discusion de un caso de conciencia en plena reunion palatina, ó que la consulta sobre una innovacion en la etiqueta real , ó que el grato entretenimiento de escuchar los cantos, las historias, los versos y lisonjas de un Zaryab?

Con palabras eficacísimas y juramentos estraordinarios, me dio la palabra de ser mi marido, puesto que, antes que acabase de decirlas, le dije que mirase bien lo que hacía y que considerase el enojo que su padre había de recebir de verle casado con una villana vasalla suya; que no le cegase mi hermosura, tal cual era, pues no era bastante para hallar en ella disculpa de su yerro, y que si algún bien me quería hacer, por el amor que me tenía, fuese dejar correr mi suerte a lo igual de lo que mi calidad podía, porque nunca los tan desiguales casamientos se gozan ni duran mucho en aquel gusto con que se comienzan. »Todas estas razones que aquí he dicho le dije, y otras muchas de que no me acuerdo, pero no fueron parte para que él dejase de seguir su intento, bien ansí como el que no piensa pagar, que, al concertar de la barata, no repara en inconvenientes.

Sábese por S. Eulogio y Alvaro Cordobés que en los tiempos de persecucion se añadian á los tributos ordinarios que pagaban los cristianos otros estraordinarios, sin duda como castigo y medio de intimidacion.

Si por una parte se ve que el número de los nacimientos, comparado con el número de la poblacion, da resultados estraordinarios, pero siempre en relacion directa con las costumbres locales y los medios de reproduccion; vemos tambien por otra, que la mortandad comparada con la poblacion, presenta términos bien inferiores á los que en Europa se obtienen; lo cual debe atribuirse á la falta de socorros medicales, y de recursos que suministra la civilizacion para reprimir en cierto modo las causas del despoblamiento.