United States or Mongolia ? Vote for the TOP Country of the Week !


Somos gente que comemos un puerro y representamos un capón: entrará uno a visitarnos en nuestras casas y hallará nuestros aposentos llenos de huesos de carnero y aves, mondaduras de frutas, la puerta embarazada con plumas y pellejos de gazapos; todo lo cual cogemos de parte de noche por el pueblo, para honrarnos con ello de día.

Si por un es caso nos dejan, tocayo, nos comemos el santísimo mundo y lo acantonamos toíto... ¡Orán! ¡Ay qué mala sombra tiene Orán y aquel judío vu de los franceses que no hay cristiano que lo pase!... Me najo de allí, güelvo a mi Españita, entro en Madriz mu callaíto, tan fresco... ¿a qué?... y me presento a estos tiólogos, mequetrefes y les digo: 'Aquí me tenéis, aquí tenéis a la personalidá del endivido verídico que se pasó la santísima vida peleando como un gato tripa arriba por las judías libertades... Matarme, hostia, matarme; a cuenta que no me queréis colocar.... ¿Usté me hizo caso?

A media noche, los señores, al salir del casino, encontraban mujeres arrebujadas en raídos mantones o con la falda a la cabeza, que les tendían la mano. Señor, que no comemos.... Señor, que nos mata la jambre... Tengo tres churumbeles, y mi marío, con esto de la juelga, no trae pan a casa. Los señores reían, apresurando el paso. Que les diesen pon Salvatierra y los otros predicadores.

Por eso nos llenamos de resignación, señora, y cuando recibimos golpes como el que usted se ha servido darme, nos encogemos de hombros y decimos: «paciencia». Luego seguimos viviendo, y comemos y dormimos tan tranquilos... Es una tontería morirse por quien tan pronto nos olvida. Estás hecho un basilisco de rabia me dijo la condesa en tono de burla , y quieres aparecer tranquilo.

2 Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto comemos; 4 Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis. 5 Mas sabe Dios, que el día que comiereis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como dioses, sabiendo el bien y el mal.

Exactamente los mismos sentimientos repuso Marner con más amargura que nunca . ¿Cómo podría tener los mismos sentimientos que hoy cuando comemos los mismos bocados, bebemos en la misma copa y pensamos en las mismas cosas desde el principio hasta el fin del día? Exactamente los mismos sentimientos. ¡Esas son vanas palabras! Nos cortaríamos en dos.

El mundo está convertido por nuestra gula en una carnicería. ¡Y de qué medios tan traidores no nos valemos para matar a los que nos comemos después! ¿Hay nada más abominable que atraer con reclamo a las aves para que acudan movidas por el amor, y en vez del amor hallen la muerte?

Sustentámonos así del aire, y andamos contentos. Somos gente que comemos un puerro y representamos un capón. Entrará uno a visitarnos en nuestras casas, y hallará nuestros aposentos llenos de huesos de carnero y aves, mondaduras de frutas, la puerta embarazada con plumas y pellejos de gazapos; todo lo cual cogemos de parte de noche por el pueblo para honrarnos con ello de día.

¡Ay, Señor!... ¡Ha muerto! ¡Mi Antoñico se ha ahogado! ¡Está en el mar! , mujer dijo el marido lentamente con torpeza, balbuceando y como si le ahogaran las lágrimas . Somos muy desgraciados. El chico ha muerto; está donde su abuelo; donde estaré yo cualquier día. Del mar comemos y el mar ha de tragarnos... ¡Qué remedio! No todos nacen para obispos. Pero su mujer no le oía.

OPERARIO. Bien, señor. Dormiditos están como unos ángeles. Allá les dejo media hora más reponiendo en el sueño sus cuerpecitos fatigados. MÁXIMO. Hija, debemos mirar por nuestros cuerpecitos... o nuestros corpachones. ¿Comemos? ELECTRA. Cuando quieras. Todo lo tengo pronto. MÁXIMO. Eso me gusta. Todo a punto. Así se llega siempre adonde se quiere ir.