Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 28 de junio de 2025
Yo la fundé; tu pobre padre mantuvo la reputación del establecimiento honrado, y ahora... tiemblo al pensar lo que ocurriría si Antonio se arruinase en la Bolsa como otros tantos.... Todo perdido, la tienda embargada, deshonrada para siempre.... ¡Gran Dios! No quiero pensarlo.
Ya supieron lo que se hacían destinándote a ser casada y a ocupar alto puesto en la corte, que si por arte del demonio hubiérante consagrado al claustro o a un decoroso celibato... ¡pobre criatura!, tiemblo de pensarlo. La ansiedad y zozobra que yo experimentaba no me permitieron reflexionar sobre las peregrinas ideas de doña María.
Me espantas, Dorotea, yo no sé por qué tiemblo, yo, que no tiemblo por nada; yo que no me aterro; tú no eres franca conmigo, Dorotea; y debías serlo... porque yo soy... tu padre... á mí me debes la vida. Os lo agradezco, Manuel, os lo agradezco; nada temáis; no sucederá nada; don Juan me debe la vida también. Don Juan no te ama. Peor para él. Doña Clara le tiene loco.
Mira cómo tiemblo; es la impresión, que aún no ha pasado, el susto de ver descubierto mi secreto. ¡Un hombre como tú descendiendo hasta mí, fea y enferma para siempre...! No; no me hables del otro. Lo olvidé hace mucho tiempo; ¿cómo voy a recordarlo ahora que me haces la limosna de tu cariño? No, Gabriel; tú eres el más grande y el más bueno de los hombres. Me pareces un dios.
Y hay más: que cada vez que le veo o le oigo cantar, tiemblo toda y me sobresalto, temerosa de que mi padre le conozca y venga en conocimiento de nuestros deseos. En mi vida le he hablado palabra, y, con todo eso, le quiero de manera que no he de poder vivir sin él.
MANRIQUE. No; ya no tiemblo, ya todo lo olvidé... mira, esta noche partiremos al fin de este castillo... no quiero estar aquí. LEONOR. Temes acaso... MANRIQUE. Tiemblo perderte; numerosa hueste del rey usurpador viene a sitiarnos, y este castillo es débil con extremo; nada temo por mí, mas por ti temo. LOS MISMOS y RUIZ MANRIQUE. ¿Qué me vienes a anunciar?
Tan pronto como vuelvo las espaldas todo se trastorna. Tiemblo sin cesar de que un día mi trabajo le parezca insuficiente. Así se quejaba la desdichada, y yo misma tenía el corazón despedazado al ver tanto dolor. Escucha, tengo que hacerte una súplica dijo ella finalmente, tomándome ambas manos: sondea a Roberto, procura saber si está contento de mí, y después me lo dirás.
Madrugo. El baño me fortifica y me alegra el espíritu. Tendida en la pila, con la mano en el grifo, dejo que el agua tibia me enerve, y la fantasía como en sopor se detiene en imágenes plásticas tranquilas y suaves. Después tiemblo dentro de la sábana y vuelvo gozosa al calor de mi cuerpo, contenta de la vida que siento circular por mis venas.
Por ella recordó Roger el peligro que los amenazaba. Haced un esfuerzo, dijo, y continuemos alejándonos. Todavía puede alcanzarnos y tiemblo, no por mí, sino por vos. Ha pasado el peligro, contestó ella. No sólo estamos fuera de sus tierras, sino que habiéndolo despistado tomando el arroyo, le es casi imposible hallarnos en este inmenso bosque.
Gracias a Dios que hay lógica en mis afectos.... Mi padre, a quien he confesado mis errores, me ha dicho que yo amaba a un monstruo.... Ahora puedo decir que idolatro a un ángel. El estúpido ciego ha visto ya y al fin presta homenaje a la verdadera hermosura... pero yo tiemblo... ¿no me ves temblar?
Palabra del Dia
Otros Mirando