Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 5 de junio de 2025
No entendía lo que le decían los camaradas, y con el rostro intensamente pálido, frunciendo las cejas como para concentrar su atención, balbuceaba sin saber lo que decía: ¡Fuera too er mundo! ¡Ejarme solo! Mientras tanto, en su pensamiento seguía cantando el terror: «¡Hoy mueres! ¡Hoy es tu última cogida!» El público adivinaba los pensamientos del espada en sus desacompasados movimientos.
La reja cerrá. Y entretanto, el cortijo de Matanzuela anda desgobernao, aunque mardita la falta que hago yo con esto de la huelga. Nunca estoy allí: el pobre Zarandilla se lo carga too; si lo supiera el amo, me despedía. Sólo tengo ojos y oídos para celar a tu hermana y sé que no hay noviazgo, que no quiere a nadie.
Gallardo levantó la cabeza nerviosamente, como si no se hubiese percatado hasta entonces de la presencia de su criado. Guardó la carta en el bolsillo y aproximose con cierta pereza hacia el fondo del cuarto, como si quisiera retardar el momento de vestirse. ¿Está too?... Pero de pronto, su cara pálida se coloreó con un gesto violento.
Permaneció Gallardo en silencio y bajó la cabeza, intimidado por el reflejo irónico de aquellos ojos claros, temblones con su polvillo de oro. Luego se irguió como el que adopta una resolución. ¿Dónde ha estao usté en too este tiempo, doña Zol?... Por el mundo contestó ella con sencillez . Yo soy ave de paso. En un sinnúmero de ciudades que usted no conoce ni de nombre.
¡Por eso mesmo: á la ley me agarro, y viva la de nusotros! Pero una ley mata á otra, y la nueva es la que vale. En lo terrestre, pase; pero no en lo de la mar! Pero, hombre, y dempués de bien desaminao, ¿qué vale too ello? Y aunque valiera, si nos quitan las levas.... ¡Las levas ... retiña!
El gitano miraba a todos lados con ojos de loco, y acabó por arrojarse a sus pies, agarrándole las manos con suplicante vehemencia. ¡Don Fernando! ¡Su mercé lo puee too!... ¡Su mercé hase milagros, si quiere! Mi prima... mi Mari-Crú... ¡que se muere, don Fernando, que se muere!...
Ellos, además, no se han recatao; han ido a toas partes como si fuesen marío y mujé, a la vista de too er mundo, a cabayo, lo mismo que los gitanos que van de feria en feria. Cuando estábamos en el cortijo me yegaban noticias de too lo que hacía Juan; y luego, estando en Sanlúcar, también. El Nacional creyó necesario intervenir, viendo que Carmen se conmovía con estos recuerdos e iba a llorar.
Haré too lo que sepa murmuraba Gallardo con falsa modestia . Yo creo que no quearé mal der too. El apoderado intervenía, con la brava ceguera de su fe: Quearás como las propias rosas... como un ángel. ¡Si tú te metes los toros en el bolsillo!... Luego, los entusiastas de Gallardo, olvidando por un momento la corrida, comentaban una noticia que acababa de circular por la ciudad.
Algunas voces protestaron desde el tendido. ¡Cuántos acólitos!... Parecían un clero parroquial marchando a un entierro. ¡Fuera too er mundo! gritó Gallardo. Y los dos peones se detuvieron porque lo decía de veras, con un acento que no daba lugar a dudas.
¿Lo oís, panolis? exclamó el valentón . Mirá cómo un cabayero que lo sabe too encuentra que mi idea es güena... Pero si es que os fartan riñones pa sacarle el dinero a un rico, poemos hacer la partía pa perseguir a los indios. Allá hay muchos, ¡muchos!
Palabra del Dia
Otros Mirando