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Actualizado: 6 de junio de 2025
Detúvose ante la Nela para obsequiarla con sus miradas. ¿No habría sido más razonable añadió que en vez de meternos en la casa a esta pobre muchacha, hubiera organizado mi hijita una de esas útiles solemnidades que se estilan en la corte, y en las cuales sabe mostrar sus buenos sentimientos lo más selecto de la sociedad? ¿Por qué no te ocurrió celebrar una rifa?
¿Usted recuerda cuándo compró el arma la difunta? La ganó en una rifa, hace tiempo. ¿Y las cápsulas? Las compró después, queriendo ejercitarse en el tiro. Entonces, resumiendo: ¿la Condesa se ha dado la muerte por causa de los dolores que usted le ha ocasionado; porque, desposada con usted sin ceremonia ritual, no podía soportar su abandono?
Pampa hacía sonar, con fruición, en el bolsillo de su vestido de lana nuevo, los centavos que le diera el patrón para la rifa, cuando alguien la llamó. ¡Pampa! que tienes que lavar las medias del niño, y traer azúcar del almacén y limpiar el espejo de la sala, que está perdido de moscas. Y vuelta al trajín, sin una queja, encerrada en su mutismo de salvaje, no desbastada aún.
Créelo, hija mía, esta palabrilla me ha sabido muy mal y la tengo atravesada. ¿Qué pensará de nosotros ese buen señor, cuando ve que nuestros hijos salen por ahí hechos unos corderos de rifa, como los de las personas más ricas?... Pensará cualquier disparate... Algo de esto me figuraba yo, porque ayer, en un ratito que desvendado estuve, vi que la niña tenía puestas unas medias encarnadas muy finas. ¿De dónde ha salido eso?... Y ya que las tiene, ¿por qué no se las quita al entrar en casa?... ¿Qué es esto? ¿Qué pasa aquí?... De ello nos ocuparemos cuando yo vea claro y sin dolor, que Dios quiera sea muy pronto.
En Nare se engrosó el número de los pasajeros con un robusto Escoces, explotador de minas, un dentista, que forzosamente resultó ser yankee, y un antioqueño que, tan luego como entró al vapor, promovió una rifa, y empezó sus especulaciones.
Para la aplicación y ostentación de estas mudables reglas de buen tono, cuentan las elegantes de Granada con bastantes coches propios, con dos teatros, con excelentes modistas, con baños de mar en la cercana costa, con su correspondiente Junta de Damas de Beneficencia, y con una deliciosa Rifa de la Inclusa, en público, en una gran tienda de campaña colocada en el paseo del Salón, durante las famosas fiestas del Corpus; tienda que es una copia en miniatura del Paraíso de Mahoma, por lo que respecta á la hermosura de las huríes que premian allí las buenas acciones de los héroes.
El autor se encarga de explicarlo, y lo hace con exquisita claridad. «El cachaco es el calavera de buen tono, decidor, con entusiasmo comunicativo, capaz de hacer bailar a diez esfinges egipcias, organizador de cuadrillas de a caballo en la plaza, el día nacional, dispuesto a hacer trepar su caballo a un balcón para alcanzar una sonrisa; jugador de altura, dejando hasta el último peso en una mesa de juego, a propósito de una rifa; pronto a tomarse a tiros con el que le busque, bravo hasta la temeridad...» Y aplíquese esa retrato al respetable señor Holguín!
Muchas lágrimas había derramado cuando sintió el ruido del coche de Jacinta que partía, y entonces salió a la sala. Doña Lupe se despedía de la comandanta, ofreciéndole tomar diez papeletas de la rifa de la colcha, y hacía una seña a su sobrina indicándole que era hora de retirarse. Dieron un vistazo y un apretón de manos a la enferma, y salieron.
Charito hablaba con su madre y Lucía Moreno sobre una rifa de caridad, proyectada y organizada por ella para contribuir a las obras de un pabellón en el asilo taller de Nueva Pompeya. Adriana y Julio alcanzaban a oír, con intermitencias, la animada charla. De pronto Charito enmudeció.
Algunos días después, Mariano era el que llevaba noticias del hijo de D. José. «Ayer dijo estuvo D. Melchor hablando más de dos horas con Juan Bou. Ha inventado una rifa para los pobres. Está unido con otros señores, y de consiguiente, tiene autorización del Gobierno, como es debido. ¡Recontrapuño, qué negocito! Juan Bou hace los billetes y le dan parte. Si estoy enterado, hombre.
Palabra del Dia
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