Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 14 de octubre de 2025


El vino extranjero es carísimo, el vino común del país es malísimo para mi gusto, y vuelvo á decir que doy razón, mucha razon á las perdices, á los pucheros y al vino de mi tierra. En materia de comer y de beber, sépalo el magnífico Paris, soy castizo español. Le felicito por sus glorias; pero soy español, bien que en otras muchas cosas ...no soy francés.

Los perros bebían en los charcos sucios formados por los chorros del riego y después refugiábanse en la sombra, como los vendedores ambulantes, cansados de pregonar zapatillas de cabra, tubos, todo a real, puntillas, guías de ferrocarril, pitos y pucheros artificiales para economía de carbón... En aquellas horas, en aquella horrible y molesta estación, sólo las moscas y Bringas eran felices.

¡Ya lo creo! pero así como nuestra economía animal nos exige alimentos que se llaman pucheros, bifes, carbonada, locro ¿te gusta el locro? ¿qué rico es con pedacitos de cordero, eh? bueno, pues lo mismo nuestro ser moral reclama sus alimentos espirituales, que se llaman: resignación, esperanza, jovialidad, ¡risa, ché! ¡risa!... ¡mucha risa! Es muy fácil decirlo. ¡Y hacerlo!

Es que me va á pegar madre, si lo digo, contesta, haciendo pucheros, el pobre chico. ¡Es que si callas, te voy á deshacer yo la cara de una guantá!

SANCHO. Son niños los agravios Y son padres los reyes: no te espantes Que hagan con los labios, En viéndolos, pucheros semejantes. REY. Discreto me parece: Primero que se queja me enternece. SANCHO. Señor, yo soy hidalgo, Si bien pobre en mudanzas de fortuna, Porque con ellas salgo Desde el calor de mi primera cuna. Con este pensamiento, Quise mi igual en justo casamiento.

La cocina era un cubil frío donde había mucha ceniza, pucheros volcados, tinajas rotas y el artesón de lavar lleno de trapos secos y de polvo. En la salita, los ladrillos tecleaban bajo los pies. Las paredes eran como de carbonería, y en ciertos puntos habían recibido bofetadas de cal, por lo que resultaba un claro-oscuro muy fantástico.

Otros hervían en sus casas grandes pucheros de café al iniciarse la temporada de viajes, y llevaban con ellos el negro líquido en botellas, que hacían recalentar, para evitarse este gasto en los hoteles. Los individuos de ciertas cuadrillas pasaban hambre, rezongando en público de la avaricia de los maestros. Gallardo no estaba arrepentido de su vida fastuosa. ¿Y querían que renunciase a ella?...

Había también algunas mesas cubiertas con manteles, donde se exhibían bizcochos y otros confites de remota antigüedad. La gracia de aquella romería estribaba en tomar leche por la mañana en la ermita, jugar luego con los pucheros y romperlos al fin, haciéndolos rodar por el monte abajo. Se comía a las doce el fiambre que se llevaba.

Al verle, todo aquel valor homérico de que dio pruebas en la altura, se trocó en llanto de desconsuelo, cosa natural en chicos, cuya rabia se deshiela en lágrimas, y haciendo pucheros que desfiguraban su hermosura, exclamó: «Picos..., mi sombrero... Yo soy Plim.». En vez de llorar, el desvergonzado Zarapicos se echó a reír como un sátiro.

Después se venía hacia el prado de los nogales o Nozaleda, donde todos se reunían. Pablito no infringió un ápice el programa. Compró más de una docena de pucheros de leche y gran cantidad de bizcochos, con que obsequió a sus conocidas. Luego retozó con ellas largamente, haciendo rodar a varias por el prado y tirándose él mismo en medio del entusiasmo general.

Palabra del Dia

amitié

Otros Mirando