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Cuando pisé Cádiz, sentí un verdadero placer. Hubiese querido ir a Lúzaro, pero el curso empezaba, y don Ciriaco opinó que no debía perder ni un día de clase. El capitán me presentó en la escuela de San Fernando y me llevó a casa de una señora conocida suya en esta ciudad, para que me tuvieran de huésped.

Luego, yo no soy soberbia, y no creo que yo solo soy hermosa: ¡ dices que yo soy hermosa! yo que fuera de hay muchas cosas y muchas personas bellas y grandes; yo que no están en todas las hermosuras de la tierra, y como a ti te caben en el alma todas, y eres tan bueno que te he visto recoger las flores pisadas en las calles y ponerlas con mucho cuidado donde nadie las pise, creo, Juan, que yo no te basto, que cualquier cosa o persona hermosa, te gustaría tanto como yo, y odio un libro si lo lees, y un amigo si lo vas a ver, y una mujer si dicen que es bella y puedes verla .

101 Era el hijo de un cacique, sigún yo lo averigüé; la verdá del caso jue que me tuvo apuradazo, hasta que por fin de un bolazo del caballo lo bajé. 102 Ahi no más me tiré al suelo y lo pisé en las paletas; empezó a hacer morisquetas y a mezquinar la garganta... pero yo hice la obra santa de hacerlo estirar la jeta.

Dejad, dejad que le pise la cara á esa tía deslenguada... Quiero que se acuerde de toda la vida... ¿Os habéis figurao que voy á dejarme insultar delante de personas regulares por una cualquier cosa á quien he recogido en medio de la calle?...

Empleamos treinta y seis horas entre Salgar y Colón, pero cuando llegamos, era ya tan entrada la noche, que nos vimos obligados a esperar a la mañana siguiente para el desembarco. En efecto, al otro día, poco después de las diez, pisé la tierra del Istmo, o para ser más exacto, el barro del Istmo.

Si es guapo, si es rico, si es despierto y honrado, y Nieves le quiere, y en quererle y en hacerle su marido cifra su felicidad, ¿a ti qué te importa? ¿Así la pagas las distinciones con que te honra y la estimación que te da? ¿Te abrieron de par en par las puertas de Peleches para eso? ¿Está bien que entrando por ellas como amigo honrado, pretendas quedarte adentro como amo y señor de los señores mismos? ¡, obscuro villavejano, prosaico farmacéutico, gusanejo vil de la tierra, atreverte al sol mismo que con su calor te dio la vida! ¿Dónde se ha visto cosa semejante?... Paga, paga, tus deudas de esclavo, barriendo los suelos donde ella pise, y avergüénzate de haber levantado los ojos tan arriba.» ¡Carape qué cosas tan tremendas me digo en esas ocasiones; y cómo me zumban los oídos con el sonrojo, solamente con imaginarme que pudieran haberme leído tan malos pensamientos en la cara!

Al cruzar la frontera de Milan para entrar en territorio piamontes, ántes de Novara, la policía austríaca detuvo una hora la diligencia, nos registraron los equipajes, hojearon y visaron los pasaportes; y con el pecho prodigiosamente dilatado, con el júbilo del que sale de un calabozo para recobrar la libertad querida, con el alivio de una ponderosa carga que me oprimia, salí del territorio que profanan los tudescos, y pisé el libérrimo suelo del Piamonte.

3 Solo pisé el lagar, y de los pueblos nadie fue conmigo. Los pisé con mi ira, y los hollé con mi furor; y su sangre salpicó mis vestidos, y ensucié todas mis ropas. 6 Y hollé los pueblos con mi ira, y los embriagué de mi furor; y derribé a tierra su fortaleza.

Debo decir desde luego que, desde el momento que pisé estas tierras queridas del sol, el África suena en mis oídos a todo momento, sea en las quejas da Selica al pie de los árboles matadores, sea en sus cantos adormecedores, sea en el cuadro opulento de aquel indostán sagrado donde el sol abrillanta la tierra. Es un hecho positivo que el manzanillo tiene propiedades fatales para el hombre.

Pero del mal el menos; viniendo vos sola, no temo que nadie pise mi alma en su sepultura. Acabaréis por enfadarme, don Francisco dijo con seriedad la condesa. ¿Enfadaros, vos, cuando yo estoy alegre? ¿nublaros cuando yo amanezco? ¿Es decir, que os alegráis de mi abandono? ¡Alégrome de vuestra resurrección! Es que yo no me he muerto.