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Actualizado: 13 de julio de 2025
Sus señores los marqueses de Guadalcázar perpetúan en Córdoba la descendencia de aquel famoso condestable de Castilla Ruy Lopez Dávalos, cuya estrepitosa caida á impulsos de la ambicion de D. Alvaro de Luna cuenta la crónica de D. Juan II. Por redundar en gloria de otro esclarecido linage de Córdoba, será bien recordemos que quien hizo restituir al desgraciado condestable la honra y la hacienda perdidas, fué su criado Alvar Nuñez de Herrera, dechado de lealtad y fidelidad acrisoladas, el cual se dió tan escelente traza en la buena obra que se propuso desde que el condestable se refugió en Aragon, que descubrió y probó haber sido falsificados por el secretario del de Luna todos los documentos en cuya virtud habia sido condenado su señor como traidor á la corona.
El combate ha durado desde las siete de la mañana hasta las cuatro de la tarde con igual ardor por ambas partes, pero al fin han sido rechazados los franceses. Las pérdidas han sido casi iguales entre ambas partes; el número de muertos y heridos dicen que asciende a cuatro mil hombres. No hemos estado un momento sin oír cañonazos ni ver pasar heridos. ¡Qué horrorosa jornada!
Al conocer la cifra hizo un gesto plañidero; pero sonrió á continuación, como si este compañerismo en la desgracia le hiciese más llevaderas sus propias pérdidas. Quedaron un rato en silencio. Luego explicó ella su presencia en la plaza. Había jurado la noche antes no acercarse más al Casino; ¡pero la costumbre!... Estoy sola. Valeria se ha ido apenas terminó el almuerzo.
Así es contestó Ojeda . Unos atribuyen esa decadencia a las guerras europeas; pero las naciones que peleaban con nosotros experimentaron iguales pérdidas, y no por esto decayeron... Otros echan la culpa al exceso de religiosidad, que nos metió en empresas absurdas. Tal vez sea esto cierto, pero en parte nada más.
Mostrándosele la suerte cada día más rebelde, tuvo que mermar la hacienda de su mujer y de sus hijos para hacer frente a las pérdidas, y lanzarse en ese abismo sin fondo que se llama el desquite. Entre sus compañeros de vicio había un joven, marqués a quien los dados favorecían con tenacidad, y don Fernando tomó a capricho luchar contra tan loca fortuna.
Aquella sesión de barbilampiños, en que se exponían las más peregrinas teorías económicas, con la gravedad de padre de la patria, y se barajaban los millones de pesos como simples naipes, ofrecía especial interés; había empleadillo de tres al cuarto, que hablaba de hacer una operación de muchos miles, y niño apenas destetado, que decía con arrogancia que el Banco acababa de otorgarle fuerte suma con su sola firma; el hermano de alguien que estaba en el candelero, pellizcándose el bozo incipiente, brindaba su poderosa influencia, y un rabonero recalcitrante, sin más haber que las dádivas de su papá, se lamentaba de sus pérdidas en la última liquidación.
16 porque he aquí, que yo levanto pastor en la tierra, que no visitará las perdidas, no buscará la pequeña, no curará la perniquebrada, ni llevará la cansada a cuestas; sino que se comerá la carne de la gruesa, y romperá sus uñas. 17 ¡Ay del pastor inútil, que abandona el ganado!
Sucre entonces colocó su fuerza al otro lado de la cordillera del Chimborazo en el pueblo de Mocha, situado en el paralelo de Riobamba, y ambos ejércitos continuaron su camino hasta que, encontrándose en Guachi el 12 de Setiembre, trabaron un encarnizado combate; el jefe republicano, á pesar de su valor y de la mortandad causada al enemigo, resultó vencido con pérdidas de consideracion.
Y la muchacha repetía la palabra con cierta cólera, como si evocase un mundo desconocido lleno de tentaciones. Isidro debía tener allá mujeres muy hermosas; seguramente que era amigo de las actrices, como todos los que escriben en los papeles. ¡Las noches que había pasado gimiendo de desesperación, creyendo perdidas sus ilusiones!...
Parecía que me había rejuvenecido; y es que cuando uno se figura que vuelven aquellos serenos días de la niñez, siente algo que hace revivir las ilusiones perdidas, como sienten nueva vida las flores marchitas al recibir de nuevo el rocío de la mañana. La misa, por lo demás, nada tuvo de particular para mí.
Palabra del Dia
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