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Visita se acercó a la ventana para decirle al oído: Hijita, si quieres, puedes confesar ahora porque ahí tienes al padre espiritual... ya comerá contigo. Ana se estremeció y se separó de Mesía sin mirarle. Hola, hola dijo don Víctor que entraba dando el brazo a la robusta y colorada Edelmira-mujercita mía, ¿con que se está usted de palique con ese caballero?...

Y ahora se van a comer. ¿Y me voy a quedar solo con Blas? No, tonto, Jacinta comerá aquí contigo. Mientras su mujer comía, ni un momento dejó de importunarla: « no comes, estás desganada; a ti te pasa algo; disimulas algo... A no me la das . Francamente, nunca está uno tranquilo... pensando siempre si te nos pondrás mala.

Ese hombre se comerá lo que quiera, y hará muy bien si es que le dejan, pues tales son las leyes de la vida; pero va a prestar a la civilización un gran servicio. Hombres como él son los que han hecho la América que nos atrae y los que la harán todavía más grande.

33 El fruto de tu tierra y todo tu trabajo comerá pueblo que no conociste; y solamente serás oprimido y quebrantado todos los días. 34 Y enloquecerás a causa de lo que verás con tus ojos. 35 Te herirá el SE

15 Como salió del vientre de su madre, desnudo, así vuelve, yéndose tal como vino; y nada tiene de su trabajo para llevar en su mano. 17 Además de esto, todos los días de su vida comerá en tinieblas, con mucho enojo y dolor e ira. Esto vanidad es, y enfermedad maligna. 4 Porque en vano vino, y a tinieblas va, y con tinieblas será cubierto su nombre.

Un camarero le traerá un plato con fiambres y él comerá si tiene hambre. La soledad es buena para ese espíritu alterado. Los dos amigos bajaron al comedor.

O bien había sido el Conde uno de tantos, y no primero en una serie más o menos larga y variada, o bien, si por dicha había sido el primero, el mismo diablo había allanado antes los caminos tan suave y aviesamente, que harto se podía dar ya por perdido lo que había que perder, y al Condesito sólo le remordía la conciencia, como al joven filósofo de la fábula, por haber cedido con fragilidad al capcioso argumento que estos versos expresan: Tómelo por su vida, y considere Que otro lo comerá si no lo quiere.

Y Filipinas sin fraile y sin indio, ¿qué le pasará al pobre gobierno en manos con los chinos?» ¡Comerá torta de cangrejos! contestó Isagani á quien le aburría el discurso de Pecson. ¡Y es lo que debemos hacer! ¡Basta de discursos!

¡, , mamá! exclamó la joven, entusiasmada al ver que se iba decididamente a la guerra ; vamos a trabajar muchísimo; pasaremos la noche velando, si es preciso. El señor Lorquin quedará satisfecho. ¡Pues bien! ¡En marcha! Usted comerá con nosotros, doctor. El carro partió al trote.

Aún resonaban en su oído las palabras del Obispo cuando llegó a la corte y penetró en la vida moderna, no para llevar la agitada existencia del que vive al día, sin saber hoy dónde comerá mañana, sino para pasar las horas tranquila y reposadamente, sin más cuidados que cumplir con el formalismo y las exterioridades necesarias de una casa donde el capellán era un artículo de lujo.