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Actualizado: 9 de octubre de 2025
Cuando Pepita se vio sola, su bulliciosa alegría se disipó, y su rostro tomó una expresión grave y pensativa. Pepita pensó dos cosas igualmente serias: una de interés mundano, otra de más elevado interés. Lo primero en que pensó fue en que su conducta de aquella noche, pasada la embriaguez del amor, pudiera perjudicarle en el concepto de D. Luis.
Su hermana, cansada de cinco horas paternales, quería observar por su cuenta. Detenida al pie del cerco, miraba pensativa la cresta. Quería trepar, eso no ofrecía duda. Al fin decidióse por una silla desfondada, pero faltaba aún. Recurrió entonces a un cajón de kerosene, y su instinto topográfico hízole colocar vertical el mueble, con lo cual triunfó.
¡Ir en el mismo coche, tenerla al lado, aspirar su perfume, rozar la seda de su traje, verla pensativa, con los brazos cruzados, bañada por la luna de Filipinas que presta á las cosas más vulgares idealidad y encantos, era un sueño que Isagani no se esperaba! ¡Qué miserables eran los que se retiraban á pié, solos, y tenían que apartarse para dejar paso al rápido coche!
En tanto la reyna repetia con tal freqüencia el nombre de Zadig; colorábanse de manera sus mexillas al pronunciarle; quando le hablaba delante del rey, estaba unas veces tan animada y otras tan confusa; parábase tan pensativa quando se iba, que turbado el rey creyó todo quanto vía, y se figuró lo que no vía.
Y Amparo inclinó la cabeza profundamente pensativa. Como ven mis lectores, nuestra conversación no podía ir más apartada del punto a que mi amor hacia Amparo hubiera querido llevarla. Este alejamiento de nuestra conversación de mi idea fija, me favorecía ayudándome a mantenerme firme.
¿Por qué estaba tan alegre esa muchacha?... repitió la señorita Guichard pensativa. Pasó la velada jugando al bezigue con Bobart y soñó por la noche que Roussel había entrado á viva fuerza en el castillo, con la cara embadurnada de negro, como los antiguos bandidos, y la había puesto un puñal en la garganta para obligarla á decir dónde había ocultado á su sobrina.
Damián la ha traído... El señor marqués ha estado todo el día esperando esa carta, y dejó dicho que en cuanto viniera se la llevaran al Veloz... Damián fue allí y el señor marqués había ya salido; tomó entonces un coche y la trajo aquí corriendo. Currita quedóse un instante muy pensativa y dijo al cabo: ¿Y el señor marqués no ha venido? No ha venido todavía.
Me vestí muy pensativa... ¿Qué significaban esas precauciones inusitadas?... ¿Qué las idas y venidas de la abuela, que ha salido estos días varias veces de tapadillo?... Verdaderamente todo esto me parecía poco claro y empezaba a temer seriamente un atentado premeditado contra mi libertad, cuando tomé confianza al ver que la abuela se dirigía, y me dirigía por consiguiente, hacia el Colegio Libre.
Presente o ausente le dijo , me querrás siempre... te acordarás de mí, ¿no es cierto? Siempre... siempre... te lo prometo. Lo dejó, para ir a dar un beso a Beatriz; en seguida, volviendo a su padre, a media voz: ¡Papá! ¡estás llorando! Detuvo a la niña por la mano; hubo un silencio; después Fabrice con grave acento: ¡Ama también a tu madre! Y la niña se alejó pensativa entrando en la casa.
Dijo estas últimas palabras con acento grave, y quedó inmóvil mucho rato, con la vista perdida en la inmensa sábana de agua. Ahora la miraba Rafael. Había levantado la cabeza y contemplaba a Leonora pensativa. Su hermoso rostro se teñía de una luz azulada que parecía envolverla en un nimbo de idealidad.
Palabra del Dia
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