United States or Mexico ? Vote for the TOP Country of the Week !


Poco a poco, y ayudando a ello lo muy distraída que Amparo andaba, volvió Chinto a amarrarse al antiguo yugo, a obedecer ciegamente a la despótica voz de la tullida; hízole los recados, le arregló el cuarto, le trajo remedios, le dio unturas.

Hízole entrar en el castillo, mandando á su tropa que le tratase bien; y aquella noche quiso cenar con Zadig.

Atendió solamente al porvenir de Lázaro, y de grado o por fuerza, hízole montar en una mula, y salir en ella, no a correr mundo como sus antepasados a Flandes en busca de aventuras o a Italia persiguiendo honores, sino a presentarse al bueno del obispo, para que éste modelara, cual si fuera de arcilla, aquella alma que aún no había despertado a la vida.

Hízole a Leopoldina poquísima gracia la propuesta, pero érale imposible rehusar aquel pequeño servicio a la amiga generosa, en cuyo palco, coche y mesa, tenía un lugar siempre dispuesto; porque era Leopoldina de esas personas de clase inferior, entrometidas y gorronas, que sufren toda especie de molestias y desaires a trueque de aparecer a los ojos del vulgo, codeándose en todas partes con las primeras figuras de la moda y de la Grandeza.

Hízole el padre la presentación de su hijo mayor, comieron todos alegremente y de sobremesa hablaron de política, única conversación que tenía el privilegio de distraer al pobre viejo, quien a cada instante hallaba medio de relacionar los sucesos de entonces con los de su juventud, estableciendo comparaciones entre hombres y épocas distintas.

¿Era posible que Beatriz no hubiera querido recibir su mensaje? El orgullo hízole buscar la explicación en su propia conducta. Pero ¿qué inconstancia, qué desvío podía reprochársele? ¿No le paseaba la calle todos los días, no iba luego a esperar fuera de la ciudad, frente al torreón de su huerto? ¿No le enviaba joyas, no la componía sonetos y endechas, como el más rendido de los amantes?

¿Qué había realizado hasta ahora que mereciera inscribirse en las crónicas? ¿Qué eran sus mejores hechos sino proezas de niño? Esta reflexión hízole sonreír con ambiciosa amargura, mientras sus ojos, enrojecidos de pronto, dejaban asomar una lágrima.

Su tez cobró un tinte macilento. Las antiguas cuartanas reaparecieron. En aquella sazón, un pintor, a quien llamaban el Greco, hízole su retrato. Peregrina pintura, en la cual podía descifrarse el secreto íntimo del hombre, mejor que en su semblante verdadero, como si el artista hubiese untado el pincel en la substancia viviente del rencor, de la melancolía, del orgullo.

Esta noticia pareció afectar muy poco al caro esposo de la dama y al duque de Bringas; al ministro de la Gobernación hízole, por el contrario, malísimo efecto, dando a sospechar, por sus muestras de disgusto, que algo que la ausencia de Currita chasqueaba por completo le había traído allí y héchole aguantar con paciencia las majaderías culinarias del héroe del combate navo-terrestre de Cabo Negro; como Butrón temía, el nombramiento de camarera mayor comenzaba a mover la cola.

La llegada de los importunos huéspedes hízole levantar el campo, huyendo hacia el interior con el chocolate en una mano y los picatostes en la otra.